[Artículo] Cuando la tinta invade la pantalla

Sí, suelo ser bastante crítico en mis artículos, pero hay un juego que ha logrado enamorarme. Por el título ya intuiréis que se trata de Splatoon, el nuevo shooter de Wii U.

En un principio no lo vi nada atractivo. Parecía simplemente un título de disparos orientado a un público pueril. En esos momentos me planteaba la falta de un buen shooter en Wii U, género de juegos del que soy muy fan. Cuando el juego salió a la venta, un pack con el amiibo del calamar apareció en la estantería, junto a un amiibo del Inkilng Boy. Los compré y la verdad es que no me arrepiento.

Comenzar a jugar y encontrarte con un montón de jugadores distintos. Muchos dibujos de Miiverse, con una cantidad asombrosa de detalles, dejaban claro que el público había abrazado a los moluscos de la gran N. La forma de jugar era completamente distinta e innovadora. Se acabó el tener que tirar de una violencia desmedida para atraer al consumidor. Splatoon ha conseguido que adoremos a cada uno de sus personajes a través de una estética única.

Las partidas eran divertidas. Cuando aún no sabia jugar muy bien, solo quería subir al nivel cuatro para poder acceder a las tiendas. Cuando vistes a tu personaje al gusto y puedes utilizar armas a tu elección, cambian las tornas. Cada batalla se convierte en una actividad artística donde inundar de pintura el escenario es lo importante.

En una tímida cloaca asoma un ser anciano. Es el capitán con el modo historia. La duración no es muy extensa y la dificultad es relativamente baja, sin embargo los detalles en los escenarios y los variopintos enemigos hacen que merezca la pena completarlo. Además tendremos que recoger unos pequeños documentos que permitirán desbloquear armas para el juego online y nos contarán la historia de los pulpos contra los que combatimos.

Pero Splatoon comete fallos.La criticada ausencia de chat de voz hace que algunas partidas se conviertan en un “sálvese quién pueda”. Equipos incapaces de coordinarse y que hacen caso omiso a las señales que intentes enviarles. Esto hace sentir cierta frustración. Los escenarios son limitados, aunque se nota que están trabajados, se hacen repetitivos.

Los amiibo, a los que veía una utilidad muy limitada, si que tienen un papel útil en este juego. Desbloquean desafíos que nos permiten conseguir atuendos muy molones, además de nuevas armas para jugar por internet. Las figuras están muy conseguidas y no tienen los fallos que tenían algunas de la serie Smash. Su aspecto mas cartoon y el uso de otro tipo de plástico, han hecho que ocupen un lugar importante en mi estantería.

Si no sabes si comprarlo, la respuesta es sí. Su precio lo hace irresistible. Las futuras actualizaciones y DLCs gratuitos irán puliendo este colorido título hasta convertirlo en un imprescindible. Únete a la batalla e inunda tu vida de color.