[Análisis] ‘Lovely Planet’ (eShop Wii U)

No todo fueron desgracias para el nintendero en el pasado E3. Una de las propuestas más interesantes que lanzaron desde la gran N fue la campaña Nindies@Home. Promoción que te permitía descargar hasta nueve demostraciones de los mejores títulos indies de la eShop ,y que por si fuera poco, añadía un 15% de descuento en la futura compra del juego.

Esta acertada y breve campaña nos permitió echarle el guante a un puñado de juegos de tremenda calidad. Un menú degustación que abría (y mucho) nuestro insaciable apetito gamer, y que además, nos traía a casa la perla en primera persona que echábamos en falta para consola de sobremesa de Nintendo.

Lovely Planet se convirtió merecidamente en la mejor noticia del E3 2015.  Una sorpresa mayúscula para el fan de los juegos cuidados.  Y cuando me refiero a cuidados quiero decir casi perfectos.

Para el que todavía desconozca el título, Lovely Planet es un shooter en primera persona. Pero no un shooter cualquiera, qué va. El principal cometido de cada nivel es deshacerse de todos y cada uno de los enemigos para cruzar la meta y poder alcanzar Lovely Planet. Una asombrosa carrera de obstáculos hacia el descubrimiento.

En esta singular cruzada te ayudarás de unas botas de velocidad y una práctica semiautomática con munición ilimitada para enfrentarte a unos particulares enemigos cuadrados con cara de pocas bromas.

En cuanto al apartado gráfico, el juego presenta un diseño tan infantil como sorprendente.Un mundo colorista que te hace disfrutar de cada nivel como si de un anime futurista se tratase.

Todas estas sensaciones visuales se multiplican con su excelente banda sonora. Una de las composiciones más atractivas y pegadizas que el que escribe este análisis haya escuchado en el mundo de los videojuegos ¡Incluso reconforta ser derrotado para volver a escuchar la melodía del nivel! Es enfermiza.

Sobre la jugabilidad no hay que añadir gran cosa. Es un shooter en primera persona con la movilidad clásica de este género, pero con cierto frenetismo plataformero que te hace estar enganchado a la consola durante horas. Y es el tiempo de juego el principal inconveniente de este título. Es como una de esas tardes de verano en la que disfrutas como nunca y se te pasa volando. Esa sensación es el resumen del único inconveniente de Lovely Planet. Aunque si lo bueno es breve, dos veces bueno. ¿O en el mundo de los videojuegos no va así?

En definitiva, Lovely Planet es un juego imprescindible que merece formar parte de cualquier colección medianamente digna. Un indie que también merece una edición físca a la altura con extras que alarguen su duración.

Pero sobre todo, un título que con el paso de los años se convertirá en icono de una cultura sin pausa, sin tiempos de espera. Donde sin mirar atrás, y con una actitud tremendamente positiva, debemos continuar luchando para alcanzar las metas que nos propongamos.