[Opinión] Se acabaron las consolas de sobremesa llenas de polvo

Los resultados del año fiscal de Nintendo han sido sacados a la luz y han sido negativos, en parte, para la consola de sobremesa, Wii U. En total hay 9,54 millones de unidades de dicho sistema repartidos por jugadores de todo el mundo, siendo la que menos ha vendido respecto a la competencia, habiendo tenido un año más de ventas.

Todos recordamos los duros inicios de Wii U, con Nintendo queriendo entrar en la vida de los jugadores más tradicionales y probablemente no me equivoque al decir que se hizo de forma errónea, con juegos que, aun siendo para jugadores «hardcore», no eran más que ports de títulos ya disponibles, muchos de ellos con problemas de frame-rate, aunque con algunos añadidos que en algunos casos eran exclusivos para esta videoconsola.

Además, se dejó de lado el ver un mando e identificarlo como propio de Nintendo al instante. Obviamente no me refiero al GamePad sino al Wii U Pro Controller que, aun siendo el mando con la batería de más duración de la historia, no tuvo la inversión necesaria en cuanto a diseño, siendo demasiado similar al de Xbox 360. Es curioso mirar atrás y ver que fue Nintendo quien puso primero en un mando los botones laterales, el esquema de cuatro botones, la cruceta, el joystick y luego ver el Pro Controller.

Ahora, mucho después de ese planteamiento inicial y de meses de sequías de títulos, la compañía japonesa ha visto que la gente compra sus consolas por las exclusividades de gran calidad que publican. Solo mirando hacia el desastroso Sonic Boom: El Ascenso de Lyric podríamos decir que ha habido un fracaso en cuanto a calidad, aunque este fallo recae en mayor parte en SEGA, Big Red Button y en la nefasta producción del mismo.

Si bien Wii consiguió vender 100 millones de unidades, probablemente le costó más a Nintendo de lo que ganó, haciendo que perdiese infinidad de fanáticos que vieron que les habían dejado de lado en cuanto a juegos para ellos, además de falta de potencia en comparación a las demás opciones de hardware. Incluso los propios altos cargos de Nintendo se tuvieron que disculpar por una conferencia del E3 que fue, según ellos, «demasiado casual». Esto llevó a muchos a dejar que su Wii se llenase de polvo a más no poder, abandonando la consola de la misma forma que sentían que la empresa los había abandonado a ellos.

Hoy en día, después del lanzamiento del «triplete casual» (Wii Party U, Wii Fit U y Wii Sports Club) y con su consecuente fracaso, los nipones vieron la necesidad de un cambio. Desde entonces, hemos visto un 2014 que, aunque con lanzamientos escasos en su primera mitad, tuvo unos 6 meses finales de calidad con Hyrule Warriors, Bayonetta 2, Mario Kart 8 y Super Smash Bros. Este año, 2015, está siendo abundante en cuanto a lanzamientos, incluso con la pérdida del nuevo Zelda que se aplaza hasta 2016. Calidad y cantidad es lo que nos encontraremos este año y eso parece ser innegable. El polvo que podría haber cubierto a Wii U ya no está y los jugones la han encendido y están dispuestos a reventarla a base de horas de juego.

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