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[Artículo] Los temibles botones «L» y «R»

La época portátil de Nintendo hasta la Game Boy color era una época feliz. Podías jugar todo lo que querías que sabías que tu única preocupación iba a ser convencer a tus padres de que se tenía una parte ingente de su salario en pilas para que tu pudieses dejarte la vista y los dedos jugando a tu videojuego favorito. Sin embargo, pronto llegó la Game Boy Advance, y todo cambió.

La Game Boy Advance añadió los que son, probablemente, los botones que más problemas han dado a cualquier poseedor de una portátil de Nintendo que ha habido desde el año 2001: el botón «L» y el botón «R».

Seguro que si os digo que se me rompieron mil veces no os extraña, ¿verdad? Nunca he tenido ningún problema con ninguna consola, al menos de carácter físico, es decir, que se me rompa la pantalla, el sonido, algún botón… excepto estos dichosos botones.

Si bien con la Game Boy Advance, y posteriormente con mi salto a la Game Boy Advance SP no lo noté tanto, puede que fuese porque era más pequeño y ante la imposibilidad de utilizar estos botones tampoco podía haberme permitido otra consola, cuando sí que tuve que lidiar con mil problemas fue con la Nintendo DS y la Nintendo DS Lite, y es que el paso de una a otra fue consciencia del mal funcionamiento de dichos botones.

Probablemente la razón por la que estos dos botones no me fallaron tanto en la generación Game Boy fue debido a que la mayor parte del uso que le di a estas consolas fue con videojuegos de Pokémon y Mario, en los cuales el uso de estos botones era bastante residual. Y es que con esta consola apenas tuve juegos, si me pongo a hacer memoria seguramente los únicos que hicieron un uso continuado de «L» y «R» fueron los F-Zero, en los que tenías que usarlos para derrapar y utilizar el turbo.

Con Nintendo DS ya me entró la locura consumista. El hecho de empezar a tener una paga de mis padres, era un poco más mayor, hacía que por primera vez pudiese ahorrar yo mismo para un determinado juego en vez de pedirles que me lo comprasen. Eso abrió la puerta a que, poco a poco, pudiese tener una colección bastante grande, aunque no tanto como muchas que se ven por internet. Cuando hablo de grande me refiero a ¿15 juegos? Más o menos debieron ser esos. Puedo decir claramente que Nintendo DS, ha sido, es y será, muy probablemente (ya no juego como antes), mi consola favorita de todos los tiempos.

Con esta descubrí el Mario Kart, y claro… «L» y «R» empezaron a pasarlo realmente mal. Que si derrape por aquí, que si objeto por allá… hay pocas cosas que aguanten el ritmo de ese juego.

Aunque tengo que darle a Nintendo el crédito que se merece. La Nintendo DS original, la tocha, aguantó bastante bien el tirón. Me la compré de salida y aguantó funcionando perfectamente hasta que la Nintendo DS Lite aterrizó en el mercado. El mal funcionamiento para entonces de los gatillos, junto con el nuevo diseño, totalmente más delgado y estilizado de la consola, hicieron que no me lo pensara mucho a la hora de comprarla.

Es con este modelo con el que creo que la compañía nipona rebajó mucho la calidad de sus materiales. Llegué a tener tres Nintendo DS Lite, y siempre, siempre, la cambié porque los gatillos dejaron de funcionarme. Es muy frustrante que uno de tus juegos favoritos, al que le dediqué centenares de horas, fuese Mario Kart y que pronto descubrieses que por no funcionar los botones no ibas a poder jugar correctamente.

Ahora mismo tengo una Nintendo 3DS XL y con ella no he tenido problemas. No obstante, con su primera versión, la Nintendo 3DS pequeñita, sí que tuve muchos problemas. Otra vez con Mario Kart, esta vez con el 7, dejaron de funcionar como era debido. Esta vez no compré otro modelo, simplemente me abstuve de jugar hasta que salió el modelo grande. Esperemos que siga funcionando tan bien como hasta ahora.

¿Qué experiencia habéis tenido vosotros con los botones laterales de la Nintendo 3DS? Malas vibraciones me da el salto a la New Nintendo 3DS, donde tenemos cuatro gatillos.