[Análisis] Kirby y el Pincel Arcoíris
No hemos tenido que esperar mucho para ver otra vez en acción a la mascota más adorable de Nintendo. Kirby regresa a nuestras consolas una vez más para derretir nuestros corazones, pero no como lo hizo un año antes en Kirby: Triple Deluxe para 3DS, sino mucho antes en DS. 10 años después Nintendo y HAL Laboratory vuelven a emplear la fórmula que ya usaron una década antes en DS con Kirby: El pincel del poder, y ha vuelto a funcionar.
Kirby y el Pincel Arcoíris es el nuevo juego que se suma a los más de 20 que este entrañable personaje lleva a su espalda y con una estética taaan adorable que es imposible no caer ante su encanto; está hecho totalmente de plastilina. Los detalles son realmente asombrosos y se notan hasta las huellas de las manos en las plataformas o enemigos. Tanto, que al estar jugando un rato nos entrarán ganas de crear en casa nuestro propio nivel de plastilina. En esta ocasión Kirby será una bola, (más de lo que suele serlo), a la que no podremos controlar totalmente como un personaje normal. Aquí, tendremos que dibujarle un camino en la pantalla de nuestro GamePad para que avance por los niveles y supere toda clase de obstáculos. Y, ¿por qué Kirby tendrá que rodar por caminos de plastilina? Por culpa de la malvada villana Claycia, la cual, llega a través de un portal a Dream Land y con su magia le arrebata todo su color dejando a nuestros amigos en blanco y negro sin vida. Pero por suerte para Kirby y los Waddle Dees, aparecerá un pincel mágico llamado Eline que nos devolverá el color para ir detrás de Claycia y salvar a Dream Land.
Otros contenidos en esta categoría:
- -
Un regreso a los tiempos de Art Attack
La mecánica del juego, como hemos dicho antes, no es la misma a la que estamos acostumbrados a ver en los juegos de Kirby. En Kirby y el Pincel Arcoíris, nuestro encantador protagonista será una bonita bola de plastilina que sólo podrá rodar y acelerar, y gracias a Eline, el pincel mágico, le guiaremos dibujándole caminos en nuestro GamePad a través de los mundos que nos esperan para salvar a Dream Land. Puede parecer que en un principio sea más complicado de lo que parece por no estar acostumbrados a esta clase de control, pero en cuanto le echéis un rato al juego, no es nada complicado. No sólo podremos interactuar con Kirby cuando hagamos caminos, también podremos controlar objetos y enemigos de los escenarios para que llegue a determinadas zonas o simplemente complete el nivel. Como por ejemplo, rocas que nos podrían caer encima, cascadas que nos impiden el paso, o pequeñas bolas de acero que activan los mecanismos de puertas cerradas. Os quedaréis embriagados por la belleza que desprende cada nivel a lo largo de los mundos que tendremos que recorrer para dar con Claycia.En este sentido, Kirby y el Pincel Arcoíris, gana muchos puntos, pues los puzles de los niveles se hacen mucho más divertidos, ya que, no sólo tenemos que estar pendientes de lo que haga nuestro querido amiguito, sino que tenemos que estar al tanto de lo que pueda llegar a pasarle por el camino y además controlar también la cantidad de tinta que empleamos al dibujar las líneas con el pincel porque no tiene uso ilimitado. Tendremos un medidor en la esquina superior izquierda que nos indica cuanta tinta nos queda para dibujar, y creedme que a veces se pasa mal porque de repente te quedas sin ella y tienes que esperar a Kirby repose en el suelo para que cargue el medidor.
No obstante, no sólo controlaremos a Kirby siendo una adorable bola, ya que también veremos sus múltiples transformaciones que harán algo más complicada y divertida nuestra aventura. Podrá transformarse de varias maneras diferentes como en un cohete, un tanque y un submarino, cada uno de ellos con una habilidad especial. Aunque a veces cuando Kirby está en su modo normal en algunos niveles hay elementos de los escenarios con los que tendremos que “combatir” para continuar como en los niveles acuáticos en los que Kirby, al ser una bola tendrá la inercia de flotar con lo que tendremos que dibujarle líneas por encima de él para que no lo haga y se choque con las paredes, enemigos, o no pase por donde no queremos. En otras fases, tendremos que evitar que Kirby se caiga al vacío y calcular las líneas que debemos dibujarle para que no se caiga y además intentar conseguir todos los objetos coleccionables que hay en él. Y ese es otro de los puntos clave de Kirby; el coleccionismo.
Estanterías llenas de encanto
Esta parte del juego añadirá aún más horas de entretenimiento a las iniciales. Si queremos completarlo todo al 100 % nos llevará su tiempo, porque hay objetos que son difíciles de acceder o encontrar. Tendremos que dar con cofres que contienen en su interior trofeos al estilo Smash Bros…. ¡y se pueden rotar! No sé si he perdido más tiempo buscando los cofres o rotando cada figurita que obtenía de ellos. También habrá temas musicales de este título, de anteriores de la saga, y páginas del diario de Eline que nos revelarán pequeños detalles de la historia principal del juego.Además del modo principal del juego, tenemos el modo Desafíos en el que tendremos que superar en apenas unos segundos varios retos que iremos desbloqueando a medida que consigamos estrellas en el modo principal, en los que el premio serán cofres que contienen figuras y temas musicales. Son bastante adictivos y algunos más complicados de lo que parecen, pero en cuanto os pongáis las pilas seguro que conseguiréis completarlo al 100 %.
Y como todo es más divertido en compañía, Kirby y el Pincel Arcoíris no iba a ser menos, por lo que permite que se incorporen hasta 3 jugadores más que controlarán a los adorables Weddle Dees pero no como hace el jugador 1, sino que estos podrán saltar y atacar como cualquier personaje normal de un plataformas. Aquí es cuando el jugador 1 se convierte a veces en un mero espectador y ayudante porque Kirby al tener limitado su movilidad a lo que le dibujemos, no es tan rápido y ágil como los demás. La incursión de los otros jugadores podía haber sido algo más similar al jugador 1 porque en el momento en el que entran ellos a jugar pueden hacer prácticamente todo el trabajo mientras el que controla a Kirby se dedica a avanzar sin más y pierde la gracia.
En cuanto a la función de los amiibo tenemos que decir que sólo hemos probado el amiibo de Kirby , porque como bien sabéis es prácticamente imposible hacerse con los demás amiibo a un precio “humano” ¡Si los tenéis protegedlos con vuestra vida que son oro! El amiibo de Kirby nos permite hacer un turbo estelar en cualquier momento sin necesidad de tener que recoger 100 estrellas, aunque solamente una vez por escenario. Los demás amiibo con lo que nos han enseñado en los vídeos de presentación sabemos que el Rey Dedede te rellena la barra tu barra de salud y el de Meta Knight nos da un impulso poderoso para barrer a enemigos débiles. Los extras de los amiibo no son fundamentales para completar el juego al 100 %, solamente nos dan un pequeño empujón si queremos derrotar con más rapidez a los enemigos y completar los niveles.
Una buena fórumula en el momento y lugar equivocado
Sin embargo, pese a que Kirby y el Pincel Arcoíris es un juego indispensable para cualquier amante de este personaje, ha sido un error sacarlo en Wii U. Este juego no está hecho para esta consola, porque al tener que dibujar las líneas que guiarán a Kirby, toda nuestra atención estará puesta en el GamePad y no miraremos ni un segundo al televisor, perdiéndonos así toda la magia y belleza que desprenden todos y cada uno de los niveles por lo que pasamos. Este título es el que tenían que haber sacado hace un año en 3DS en vez de Kirby: Triple Deluxe. En la portátil ganaría muchísimo más al tener las pantallas unidas además de que no se nos cansarían los brazos teniendo un mando que pesa lo suyo al cabo de un rato, mientras que Kirby: Triple Deluxe en HD sería toda una delicia para la vista al ser un plataformas normal. Es decir, un verdadero acierto. Ojalá hagan otro Kirby en Wii U de ese estilo porque si este es el último Kirby que veremos en Wii U, será una oportunidad muy desaprovechada.
En conclusión, Kirby y el Pincel Arcoíris es un juego que no debe faltar en tu estantería si eres amante de este encantador personaje. La magia y ternura que transmite el juego a lo largo de sus niveles te derretirá el corazón y la dificultad está bien calibrada, aunque a veces derrotar a algunos jefes finales y completar los niveles sigue una mecánica un poco repetitiva. El esplendor de sus niveles es increíble, y la calidad que muestran los detalles de la plastilina te hechiza desde el primer momento en el que empiezas a jugarlo hasta que terminas la partida. Su modo principal solamente nos llevará completarlo unas 8 horas más o menos si vamos a lo loco, que aumentarán considerablemente si queremos completarlo todo al 100 % con todos los cofres, trofeos, temas y desafíos. No es un juego para considerarlo GOTY, pero sí que satisface las ganas de volver a ver a nuestro pequeño amiguito rosa en acción.