[Pre-Análisis] ‘Code Name S.T.E.A.M.’
Parece un buen año para Nintendo, al menos en el sentido de crear nuevas IP. No contentos con revolucionar el género del shooter con Splatoon, ahora también pretenden darle una vuelta de tuerca al género del RPG táctico. ¿Lo habrán conseguido?
¡La reina te necesita!
Code Name S.T.E.A.M es una creación de Intelligent Systems, a quienes muy probablemente conoceréis por sus famosas sagas Fire Emblem (del que tendremos nueva entrega en 2016) y Advance Wars (que pide a gritos un nuevo juego en 3DS). El juego está ambientado en la llamada Era del Vapor, en la que, obviamente, toda la maquinaria y artilugios funcionan con la energía del vapor (ay, si James Watt levantara la cabeza). En lugar donde transcurre la acción es Londres, o al menos un Londres re-imaginado para cuadrar con esta era, y la verdad es que la curiosa mezcla funciona y es bastante resultona.
Así pues, nuestro deber como agentes de S.T.E.A.M consistirá en salvar nuestra ciudad de un extraño ataque alienígena que se produce de repente. ¿Cuál es su objetivo? ¿Por qué nos atacan?
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Cuando tengáis el juego en vuestras manos (sale el 15 de mayo) lo primero que os llamará la atención es su peculiar estética de cómic americano. No en vano, la historia está narrada en forma de viñetas y los personajes hablan con bocadillos, como si estuviéramos en todo momento sumergidos en una historieta.
«Va-por» ti, jugador
Entrando ya un poco en harina, el sistema de juego es posible que os recuerde ligeramente a Fire Emblem (no en vano bebe un poco de ella) aunque os aseguro que todas las novedades y cambios que incorpora le alejan bastante de la mencionada saga.
Para empezar, uno de los rasgos más característicos de Fire Emblem era la muerte de un personaje, que suponía perderlo para siempre. En Code Name S.T.E.A.M si un personaje fallece no le perderemos de por vida, ya que volverá en la siguiente misión. ¿Implica esto que el juego sea más fácil? Pues os puedo asegurar que no, y un servidor muchas veces ha vuelto a comenzar alguna misión dado que la muerte de tal personaje hacía que las cosas se complicaran bastante. En otras palabras, os dolerá perder a un personaje durante la misión, por mucho que luego vuelva a incorporarse.
Otro rasgo diferenciador con la famosa saga es que aquí no andamos en casillas de un modo tan prefijado (aunque cabe mencionar que el juego marca los límites de movimiento con cuadrículas para que el jugador vislumbre hasta donde puede avanzar). ¿Y por qué es tan importante saber esto? Pues porque cada acción que realicéis (ya sea disparar, cubriros o simplemente moveros) consume diversos puntos de vapor, indicados en la pantalla bajo tu personaje. Afortunadamente, se nos indica de una forma muy sencilla cuántos «vapores» consume cada acción que vayamos a hacer.
Este sistema, que os aseguro que engancha una barbaridad, obliga al jugador a pensar muy bien cada acción antes de realizarla. Es conveniente otear el terreno, ver la posición de los enemigos y decidir en función de todas las circunstancias que hacer. ¿Me conviene quedarme en el sitio y guardarme puntos de vapor para cubrirme? ¿Es mejor arriesgarme y lanzarme a la acción ya que sé que puedo con todos? ¿Uso a este personaje primero o al otro?
Y ahí está la clave, ya que cada personaje posee distintas armas con distintas funciones y diversos rangos de movimiento y un sinfín de posibilidades.
Muy pronto os detallaremos más a fondo nuestro veredicto sobre este juego, cuando publiquemos el correspondiente análisis. Por el momento, os diremos que el juego nos da muy buenas vibraciones y puede convertirse en la nueva IP que 3DS necesitaba. ¡Atentos, porque la era del vapor vuelve!