[Artículo] El indispensable contenido opcional
Primero aclarar que este no es un artículo objetivo, pues de serlo, excluiría imperdonablemente su idea central. Segundo, advertir que Nintenderos.com no se hace responsable de la opinión contenida en este escrito. La siguiente sátira fue redactada desde la intacta nostalgia misma de un jugador actual que tuvo el placer de nacer en un mejor tiempo para los videojuegos. Hay muchas razones por las que eso ha cambiado pero, esta vez, hablaremos de los DLC.
Hay que admitir que al principio fue una idea innovadora que nos convenció permitiéndonos imaginar a característicos juegos como The Legend of Zelda, Mortal Kombat, Sonic, Street Fighter y cualquier otra importante franquicia, sin importar su categoría, siendo expandida con contenido extra. ¡Aumentar la diversión de cada juego! ¡Mejorarlo! ¡Brindar más opciones y herramientas! Solo basta un momento para imaginar a plantillas de fútbol enteras con nuevos jugadores; nuevos vehículos en los clásicos Mario Kart; o incluso inmensos territorios nuevos que explorar con el heroico Link. Sin dudas, era el significado inmediato de una nueva generación de videojuegos que serían más completos y adaptables a cada personalidad y circunstancia, agregando la posibilidad de duplicar la duración de un juego sin tener que pagar el mismo precio.
Otros contenidos en esta categoría:
- -
Pero como siempre suele pasar con la teoría, se ve afectada en la práctica por una serie de factores que probablemente no fueron tomados en cuenta desde el primer momento. Es por ello que justo ahora, a finales del primer cuarto de 2015, la mayor parte de usuarios dentro de este sector (lamento si esta parte no te incluye) no está de acuerdo con esta tendencia. Y enfatizo en la frase “no está de acuerdo”, dado que no es lo mismo a ser indiferente. De hecho, gran parte de la base de usuarios de cada juego que no está a favor de los contenidos DLC conforma una oposición activa en contra de dicho sistema.
Nos podemos preguntar con facilidad después de más de una década, ¿qué puede estar fallando con una idea tan inocente que solo busca hacer más felices y conformes a los fans de cada juego?
La razón es simple. Los 80-90 fueron posiblemente la mejor generación de videojuegos hasta ahora. Limitados, pero intensos. Todo sorprendía. No existían aspectos visuales de alto labor y los desarrolladores tenían que centrarse únicamente en brindar la mejor jugabilidad, diversión y publicidad que pudieran ofrecer. Conservaban la iniciativa de innovar, dar lo mejor de sí, acercarse al público e intentar impresionarlos sin poder venderles humo. ¡Esos fueron buenos tiempos! Como dije anteriormente, pueden ser palabras subjetivas de un nostálgico que encuentra lo más parecido a la perfección dentro de cajas polvorientas y mal diseñadas, pero si algo sé con certeza es que la evolución en la industria de los videojuegos nos ha vuelto o muy exigentes, o muy conformistas; dejando por fuera un punto medio para quienes quieren disfrutar de un título.
Dicho esto, intentaré pintaros con palabras la razón de por qué mi aversión (y probablemente la de muchos otros) hacia el contenido descargable: Los DLC tuvieron el potencial de revolucionar cualquier videojuego que se te venga a la cabeza, hasta que comenzaron a dar ganancias.
← Me ahorraré los nombres puesto a que estoy seguro de que cinco minutos en Internet bastarían para encontrar decenas de juegos que han perdido el control a la par que su esencia, por utilizar este sistema. Y es que ahora no se trata de contenido prescindible. Los desarrolladores y las grandes empresas en especial se las han arreglado por años para lanzar juegos incompletos que hacen parecer que cualquier tipo de contenido adicional vale la pena al precio que sea; y muchos usuarios lo pagan conformes, agradecidos incluso. A pesar de que el dinero de los consumidores es un problema, no es en este caso el problema principal. El hecho de que nos vendan un juego a medias a precio completo y luego nos ofrezcan un mínimo pero elemental contenido extra por la mitad del precio original del juego, produce una indignación tal comparable a la de ver a un sacerdote conduciendo a 180 kilómetros por hora un deportivo de último modelo en los alrededores de un orfanato…
En la industria moderna el concepto “ambición” es más una habilidad que un pecado. Quizás no podamos culpar a las compañías por eso, después de todo, lo molesto no es el contenido extra como medio de hacer dinero. Cualquier persona con un mínimo conocimiento acerca de desarrollo y diseño puede decir que el proceso de creación conlleva a la inversión de una serie de tiempo, esfuerzos y recursos que no se pagan por sí solos. Lo molesto es su más que evidente intento por guiarnos, sin vergüenza alguna y casi sin dejar alternativa competitiva, a comprar el contenido extra que en muchas ocasiones merecía haber llegado con el juego desde el primer momento.
Pero la principal molestia es el poder que éste otorga, y me explico. Nintendo ha regalado a Mewtwo como personaje jugable a quienes registraron Super Smash Bros. For Wii U y Nintendo 3DS en la misma cuenta. Esto se debió a que, según palabras de la compañía, Mewtwo no estaba listo al momento del lanzamiento del juego; y de hecho no lo estuvo hasta hace pocas semanas. Warner Bros. por otra parte, ofreció al popular luchador de cuatro brazos Goro en el reciente Mortal Kombat X a quienes reservaron el juego; personaje que no solo estuvo listo meses antes de su lanzamiento, sino que está de hecho incluido en todos los discos del juego, pero oculto y bloqueado para los demás jugadores.
Es aquí donde resulta fácil diferenciar el motivo inicial de los DLC y su principal motivo actual. Ya no expanden el contenido de un juego como fue previsto desde que se crearon los primeros mods, ahora son usados para separar a los usuarios y establecer a una parte de ellos como preferenciales.
¡Se nos fue de las manos, puedo afirmar sin miedo alguno! La pólvora y los DLC, ambos inventados con buenas intenciones, fueron puestos en las creativas manos equivocadas de una industria que crea para ganarse la vida. Resulta difícil encontrar un juego que realmente valga la pena sin necesidad de realizar pago extra alguno, puesto a que todos están diseñados con el contenido descargable en mente. ¡Y ni hablar de aquellos juegos que no valen la pena, aún con DLC incluidos! Debo insistir en que se nos fue de las manos… Cada nuevo juego de casi cualquier franquicia popular es un éxito en ventas y llega acompañado de sus respectivos “plus”, los cuales muchas veces superan el precio del juego en sí. ¡Imagina las ganancias! ¿Te resulta difícil? ¡Pues es todo lo que ellos tienen en mente! ¡Mantener contenta a una parte de la población como si el dinero del resto no fuese razón suficiente para exigir buenos resultados!
Resulta indignante, aun para quienes solemos consumir cada contenido descargable disponible. Y es difícil no ser parte del problema cuando conceptos como pay-to-win (pagar para ganar) y las microtransacciones te ponen en desventaja. Parece que no hay lugar ahora para jugadores como los de antes, que se divertían esforzándose al máximo en los desafíos más dificultosos de la historia porque sencillamente no tenía otra alternativa. Las personas o aprendían a jugar o, lo intentaban de nuevo, y aprendían a jugar. De alguna forma ambos mundos se han mezclado y quienes tienen dinero en la vida real, también lo tienen en los juegos sin importar su esfuerzo. Ahora se compran vidas y globos; armamento y equipamiento más peligroso que el estándar; e incluso recientemente Warner Bros. anunció los “Easy Fatalities”, que por un módico precio permiten que los jugadores preferenciales ejecuten estos populares ataques finales con una combinación de dos botones. Fácil, ¿verdad?
No puedo evitar sentir lástima por nosotros, los nostálgicos jugadores del pasado y también todos aquellos que han tenido la dicha de completar un juego realmente diseñado en su totalidad, sin ayuda externa. Pero sin duda alguna, siento aún más lástima por quienes no saben lo que se pierden.
¡Gracias por leerme! ¡Cuéntanos en los comentarios si estás en contra o a favor de los DLC!