[Análisis] Donkey Kong Country (eShop Wii U)
Bienvenidos por primera vez a la Isla Kong, hogar de los simios, a día de hoy, más conocidos de los videojuegos.
El gran Donkey Kong se encuentra descansando plácidamente en su isla cuando, de repente, aparece el malvado rey lagarto K. Rool y le roba su más preciado tesoro: una montaña gigante de plátanos.
Acompañamos a Donkey y Diddy en la mayor aventura que han vivido y que les llevará hasta la cima, no solo de la Isla Kong, si no del Olimpo de los videojuegos.
Otros contenidos en esta categoría:
- -
Y se hizo el… ¿3D?
Corría el año 1994 y los 32 bits estaban de moda, pero la ya fallecida Rareware se atrevió con un experimento que hizo que la genial Super Nintendo mostrara un poder que no tenía en 16 bits; por primera vez entornos “en tres dimensiones”.
Y lo ponemos entrecomillado porque el curioso efecto que consiguió el estudio desarrollador es digno de alabar e incluso a día de hoy sigue siendo un hito en la industria. Con un juego de efectos en dos dimensiones se consiguió dar cierto volumen a las 2D clásicas de la consola, haciendo del apartado gráfico de ‘Donkey Kong Country’ uno de los más curiosos de la historia.
Con una paleta de colores que pretende ser variada, pero claramente torna hacia tonos oscuros, nuestro viaje a través de la Isla Kong nos llevará por una gran diversidad de entornos, desde lugares helados hasta volcanes, pasando, como no, por junglas y campos. Mención especial a las bellísimas fases subacuáticas, con una banda sonora excepcional.
Los protagonistas de la historia, Donkey y Diddy presentan un aspecto muy característico, uno con corbata y otro con gorra, ambas de color rojo para que se distingan bien con los 16 bits del juego.
Los diseños de los enemigos ya son unos geniales y unos clásicos de la industria: los Kremlings son unos grandes conocidos por todos los fans de Nintendo, y las ratas gigantes Gnawty o las avispas Zing se han convertido en buques insignia como lo son los Goomba o los Koopa en el universo de Mario.
Por supuesto, en aquella época no había grandes problemas gráficos como los hay ahora (caídas de imágenes por segundo, popping…), aunque si encontraremos algún que otro muro invisible, sin ser algo realmente respetable ni para nada molesto.
Efectos meteorológicos como la nieve o la lluvia estarán presentes en algunas pantallas, y con una representación y calidad muy dignas para la época.
En el apartado sonoro, el título es una verdadera joya atemporal. La melodía principal de ‘Donkey Kong Country’ ha sido y sigue siendo una de las mejor valoradas por los críticos de todo el mundo, y muchas de las canciones aun siguen sonando remasterizadas en títulos como ‘Super Smash Bros.’.
Los efectos de sonido son muy típicos en Super Nintendo. Los golpes o los gritos han pasado a través de los años en la saga ‘Donkey Kong’ y siguen teniendo esa esencia que los hace tan reconocibles y característicos.
Comienza la carrera por los plátanos
A lo largo de los años hemos visto como Donkey Kong ha tenido un enfoque distinto según la entrega en la que esté; en ‘Tropical Freezze’ y ‘Country Returns’ vimos como la cosa se ponía muy difícil y el simio se hacía más lento, teniendo que pensar bien cada paso que daba.
En el clásico ‘Donkey Kong Country’ la cosa cambiaba y mucho. Se llevaba una jugabilidad más ligera y rápida, que no frenética. Si bien no podemos ir con nuestro simio a lo loco por la pantalla, si que la velocidad del personaje es alta.
Nos moveremos con la cruceta de control, saltaremos con B y atacaremos rodando con Y. Los controles son muy básicos: fáciles de aprender y complicado de poner en práctica. Esto simplemente se resuelve en un gran juego.
Un videojuego no tiene por qué ser difícil hasta el imposible, si no que el jugador imponga su propia habilidad y que el juego resuelva la dificultad en función de ello. Y esto ‘Donkey Kong Country’ lo hace y muy bien. Un jugador experimentado no se encontrará con situaciones en las que el control sea una barrera entre la victoria y la experiencia.
Dentro de ello, es un juego lo bastante complicado como para tener que sudar algunas fases para conseguir todos los retos que se nos proponen: el objetivo, además de llegar al final de la fase sin palmarla, será conseguir todas las letras coleccionables KONG escondidas por el escenario, que nos darán una vida.
Para ello contaremos con la ayuda de Diddy, que saldrá de uno de los barriles KONG escondidos por el escenarios y nos dará, por así decirlo, una vida extra.
Con el botón select podremos cambiar entre Donkey y Diddy, y es que sus movimientos serán algo distintos, siendo el segundo bastante más ágil y rápido.
Los personajes secundarios no serán de gran utilidad, con el abuelo Cranky como protagonista dando consejos a los jóvenes, o Funky que nos ayudará a transportarnos entre mundos rápidamente.
Pequeños detalles como las fases de desafío ocultas en los niveles o los animales que podremos montar en le juego, son las cosas que hacen aun más grande esta genial obra.
Con 6 grandes mundos por completar y una fase final, la duración del título varía y mucho si lo completamos rápidamente o si nos paramos a conseguir todos los objetivos de cada fase. Lo normal sería un recorrido de unas 4 – 5 horas de juego intensivo, aunque algunos aventureros los han llegado a completar en algo más de 30 minutos, así que el tiempo ha dejado de ser algo estandarizado en los clásicos más clásicos.
Además, el juego tiene un par de modos de dos jugadores bastante simples y parecidos al visto en ‘Super Mario Bros’.
En Two Player Team, uno de los juegadores controlará a Donkey Kong y otro a Diddy, no a la vez, ya que cuando uno de los dos sea herido, le tomará el otro el relevo.
En Two Player Contest se formarán dos equipos, y cada jugador deberá superar el mayor número de fases posibles.
Como todos los juegos de Wii U, está adaptado a la nueva consola y podremos crear puntos de restauración en cualquier momento del juego.
Conclusión
Nintendo hizo muy, muy bien en dejar en manos de Rareware el desarrollo de ‘Donkey Kong Country’ para Super Nintendo. Se creó una simbiosis entre la desarrolladora y la franquicia que hace que a día de hoy lo recordemos como una de las mejores creaciones del estudio junto a Banjo-Kazooie o GoldenEye.
Un juego bello en todos los sentidos: artísticamente con un estilo visual original, innovador e irrepetible (excepto en entregas posteriores) y acústicamente, con melodías que han resonado en el tiempo hasta nuestros días y que grandes compositores siguen versionando sacando el máximo partido a tan grandiosas creaciones.
Este fue el primer gran juego de Donkey Kong en solitario, y su estreno no pudo ser mejor. Completo hasta la saciedad, ofrecía y ofrece una de las experiencias plataformeras clásicas más completas y mejor diseñadas de la historia, unos personajes que enamoran a primera vista y una dificultad realmente ajustada que hará que los jugadores inexpertos puedan explotar sus habilidades y que los más experimentados prueben hasta dónde pueden llegar.
Quizá una de las pegas que podemos poner es que está en inglés y eso que la versión de GameBoy Advance se encontrada traducida a nuestro idioma, pero Nintendo ha decidido traer de vuelta la versión de Super Nintendo y es la que tenemos en Wii U.
Por lo general, un plataformas clásico altamente recomendable para Wii U que merece ser jugado por todos los fans de los videojuegos.