[Análisis] Art of Balance (eShop Wii U)

Que la eShop de Nintendo ha ido madurando con el paso del tiempo es un hecho. La variedad de títulos que la tienda virtual de tanto Wii U como 3DS es cada vez mayor, aportando no solamente un soplo de aire fresco a una industria que en ocasiones denota agotamiento y repetitividad, sino experiencias más humildes pero no por ello igual de gratificantes que las grandes producciones. Una de ellas es la que os traemos hoy. Bienvenidos a Art of Balance.

¿Qué es Art of Balance? Comenzaremos citando a sus creadores, Shin’en Multimedia, quienes tienen en sus espaldas a la saga Nanostray, con una entrega espectacular para Nintendo DS en sus inicios, sumando a Nano Assault Neo y EX como ltimos trabajos en ese género para la portátil estereoscópica y FAST Racing Neo para la que es hoy protagonista, Wii U.

Además de su pasión por la velocidad, este estudio alemán nacido en 1999, apostó por ofrecer al usuario una experiencia totalmente distinta a la velocidad y el dinamismo, con Art of Balance para Wii a través de su tienda virtual. Ahora, unos años después, los usuarios de su sucesora podemos revivir esta aventura donde el objetivo no es sino mantener el equilibro, en todos los sentidos.

Art of Balance no es un juego habitual; no es el típico título que encontremos cuando deambulamos por el listado de obras que podemos comprar para un sistema específico. Aquí, sin embargo, encontraremos un producto visualmente muy detallado, a pesar de que la cantidad de elementos en pantalla sea más bien escasa, aspecto que por cierto juega en su favor, ya que en ningún momento se mostrará ante nosotros ningún atisbo de molestia, nada que dificulte tener una vista totalmente limpia del pequeño barreño que abordará el apilamiento de figuras del que tendremos que hacernos cargo.

Nada más comenzar, encontraremos un sencillo menú de selección de nivel, estando dividido en ocho mundos y más de doscientos niveles. Como no podía ser de otra manera, será necesario completar cada mundo para desbloquear los siguientes y así sucesivamente. El Mundo A servirá a modo de tutorial para que todo aquel que se enfrente a Art of Balance sea consciente de la importancia del equilibrio para salir victoriosos en cada fase. De este modo, hay que dejar algo claro: no puede caer ninguna pieza al agua.

Esto es, al fin y al cabo, una manera de decirnos que el objetivo es básicamente conseguir que todas las piezas que aparecerán en la mesa deben terminar colocadas en la base que se encuentra pendiendo sobre el agua. No siempre serán iguales las bases iniciales, de hecho irán cambiando y serán más sensibles a medida que vayamos avanzando en la aventura. Por ejemplo, habrá ocasiones en las que serán dos grandes piedras triangulares las que harán las veces de soporte, mientras que en otras podrá ser una suerte de balancín formado por una pequeña columna sobre la que reposará una plataforma lisa, en la que cualquier peso que no quede situado justo en el centro supondrá el desbalanceo y por ende la derrota en ese nivel ya que nuestro destino será inevitablemente el agua.

La variedad de las figuras es muy amplia, comenzando por figuras geométricas sencillas como triángulos, círculos o rectángulos, mientras que, con el paso del tiempo, estas irán siendo cada vez más desproporcionadas en su peso e incluso lo suficientemente complejas como para obligarnos a poner otras más sencillas anteriormente para evitar un resultado no deseado.

Cabe destacar lo bien planteado que está el selector de niveles, puesto que no será una acumulación de fases en las que hasta no terminar todas no desbloquearemos el siguiente mundo. Nada de eso, aquí podremos escoger nuestro camino a partir de bifurcaciones, liberando por tanto varias vías por las que avanzar, y aunque bien es cierto que todas terminan interconectándose en algún momento, se trata de algo a tener en cuenta por si se nos atraganta alguna fase o nos arriesgamos a intentar una pantalla con crédito doble. ¿Para qué sirve un crédito doble? Para desbloquear el siguiente mundo, habrá que acumular veinte puntos, pero hay más de veinte niveles. Al evitar la necesidad de completar todas las pantallas para avanzar y habiendo algunas que nos proporcionarán dos o incluso tres créditos, el hecho de añadir bifurcaciones toma así un valor añadido. Con todo, podemos deducir así que cada jugador podrá optar por terminar los mundos en el menor número de niveles posible.

Tal y como comentamos anteriormente, la dificultad irá aumentando gradualmente según avancemos, y en verdad la forma de conseguirlo es muy interesante. Las piezas cambiarán su construcción, convirtiéndose en agua, literalmente, al tener sobre ellas un número determinado paneles. Otras, por el contrario, serán sensibles al mínimo peso y desaparecerán al cabo de los segundos, obligando a la figura que se encontraba encima a caer sobre el lugar que dejó ésta. Es un riesgo, así que no quedará más remedio que medir con lupa cada panel que coloquemos.

No podemos olvidar mencionar una serie de niveles que aparecerán esporádicamente y que sin lugar a dudas son los más complicados y que nos harán pensar dos veces antes de colocar nada. En estos, el objetivo no solamente será mantener el equilibrio con todas las piezas sin caer, sino que habrá que lograr una altura determinada medida en centímetros e indicada en un medidor a la derecha de la pantalla. La complejidad reside en los paneles que desaparecerán con el paso del tiempo o con el peso, haciéndonos reorganizar nuestro esquema mental casi sin darnos margen de actuación. Para más inri, tendremos que completar niveles donde el tiempo será limitado, siendo ahora imposible pensar la estrategia antes de comenzar a colocar paneles.

Las capacidades técnicas de Wii U ofrecen un apartado visual que insistimos es muy bonito, con la alta definición permitiendo apostar por elementos muy realistas, destacando el agua y la iluminación, los cuales no eran necesarios ni elementales para la experiencia de juego, pero que se agradecen mucho y logran que no nos despeguemos de la pantalla por mucho que pase el tiempo. Podrían haber apostado por una estética pixel-art, pero la ambición de Shin’en Multimedia se deja ver en cada instante. Seremos salpicados por el agua, las piezas se iluminarán más o menos en función no solamente de su posición sino de la altura en que se encuentren… Un compendio de detalles que sin duda resultan brillantes en cuanto a vistosidad se refiere.

Si hablamos del apartado sonoro, no hay mucho que comentar. Encontraremos pistas de audio que dan la mano al ritmo del juego, sin ser excesivamente lentas como para adormecernos pero tampoco tan excesivamente dotadas de efectos sonoros tal y como nos tienen acostumbrados con la saga NANO. No por ello han dejado pasar la oportunidad de introducir algunos elementos de esta saga, algo que muchos nostálgicos apreciarán y que sirve a modo de guiño de la propia compañía alemana.

Conclusiones

Art of Balance es una joya escondida dentro del catálogo de Wii U, que seguramente no venda demasiado y solamente sea comprado por aquellos más curiosos y que adoren los juegos de estrategia, algo que hace genial y nos obliga a sopesar cada uno de nuestros movimientos. La posibilidad de jugar en modo Off-TV es algo interesante debido al género que nos propone, aunque a decir verdad aquellos que deseen apreciar con detalle el apartado gráfico deberán apostar por el televisor. Más de doscientos niveles por delante que podrán durarnos entre tres y cuatro horas, dependiendo de cada uno, pero que sumado al número de fases tan amplio seguramente nos hará rejugar más de una pantalla. Por pedir, hubiese sido genial la inclusión de un contador de puntos, otorgándonos más o menos puntuación según el tiempo que hayamos necesitado.

Su precio, que ronda los 9 euros en la eShop de Wii U, se antoja justo si te gusta el género. Por tanto podemos concluir diciendo que Art of Balance es una compra totalmente recomendable para aquellos amantes de las experiencias descargables humildes y sin demasiados alardes, que ofrecen lo que aseguran y no engañan a nadie. Si quieres darle al coco y experimentar lo mucho que puede significar un centímetro más a la izquierda o a la derecha para evitar un derrumbamiento fatídico en este compendio de paneles geométricos, Art of Balance no puede faltar en tu colección.