Nintendo sale muy malparada en un estudio humanitario

Hay noticias que no requieren introducción. Tal es el caso de ésta. Baptist World Aid Australia ha realizado un estudio que examina “La explotación y la esclavitud en Electrónica” basándose en la calidad de las empresas dedicadas al sector electrónico en cuestión al trato que éstas (o las empresas que prestan servicios a éstas en la cadena de producción) dan a las personas en cuestión de Recursos Humanos:

… el estudio examinó la trayectoria de los fabricantes sobre temas que incluyen el pago de un salario digno; lo que permite la negociación colectiva; políticas sobre el trabajo forzoso, el trabajo infantil y la utilización de subcontratistas mal pagados o mal pagadores; supervisar el comportamiento de los proveedores contratados; y el seguimiento de la cadena de suministro para evitar que componentes de dudosa ética, tales como materiales recuperados procedentes de los vertederos, problemática que nos dirige hacia los niños trabajadores de los vertederos de basura.

… el salario mínimo legal en muchos países en desarrollo no es suficiente para un trabajador y su familia dependiente, no es suficiente para satisfacer sus necesidades básicas de vida. Salarios mínimos legales pueden mantener a los trabajadores y sus familias en situación de pobreza, en ocasiones no supera 1$ diario, lo que les obliga a trabajar horas extraordinarias excesivas a fin de mes.

El informe también dio una carta de calificación general a cada empresa, obtenida de la media de la combinación de todos los criterios examinados. Ninguna compañía obtuvo una A, pero siete (Acer, Apple, LG Electronics, Microsoft, Motorola Mobility, Samsung y Toshiba) anotó una B. Aquí está el conjunto completo de los grados totales (donde A es la mejor, F es la peor):

Como comprobarás Nintendo no ha obtenido una buena puntuación, la tabla la sitúa en la letra D, lo cual está en la mitad inferior. Esto no quiere decir que Nintendo se salte a la torera directamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero sí las empresas que subcontrata, por lo que la Gran N debiera plantearse estudiar un poco mejor a las empresas de las que se suministra o con las que establece negocio. O en su defecto aplicar su impecable política de Recursos Humanos al criterio de selección de contratas con otras empresas.

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