[Artículo] ¡Feliz aniversario Príncipe de Asturias, Miyamoto!
Hace ya un año de esa fabulosa decisión que se tomó desde la Fundación Príncipe Asturias de otorgar el premio de Comunicación y Humanidades al señor que ha conseguido emocionarnos con sus juegos durante toda una vida. En efecto, estoy hablando del maestro Shigeru Miyamoto. Tras dos intentonas anteriores, a la tercera fue la vencida; yo recuerdo estar en el trabajo echando furtivamente un ojo a las noticias en el iPhone cuando tenia un minuto libre, hasta que por fin el jurado se pronunció y emitió el fallo. ¡Miyamoto premiado!
Algunos no le darán la importancia que merece quizás por desconocimiento, pero los premios otorgados por esta fundación son muy importantes en España. Convocados desde 1981, todos los años el Príncipe de Asturias, en un acto académico de prestigio celebrado en Oviedo, hace la entrega del premio que exalta y promociona los valores científicos, culturales y humanísticos del patrimonio universal del galardonado.
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Más concretamente, el premio de Comunicación y Humanidades es concedido a la persona, institución, grupo de personas o de instituciones cuya labor creadora o de investigación represente una aportación relevante a la cultura universal en esos campos. En el caso de Shigeru, este premio fue ganado no sólo por ser el padre del videojuego moderno o crear la saga de mayores ventas de la historia como es Mario, o de las más queridas como Zelda con un título considerado como el mejor videojuego de la historia (Ocarina of Time), o ni tan siquiera por marcar un antes y un después en el mundo del 3D con Super Mario 64. El verdadero mérito del creativo japonés es el de unirnos. Unir a la familia frente a su Wii para jugar, hablar y reír. Unir a turistas que quieren conocer más de ese cuadro del Louvre en una pequeña enciclopedia encerrada en una 3DS. Unir a nuestros mayores con los jóvenes mientras resuelven puzles o entrenan su cerebro con una Nintendo DS. Unir al que jamás toco una consola y conseguir que se ponga sobre una tabla blanca a hacer deporte. Todas estas creaciones han supuesto una revolución en muchos campos, pero sobre todo en el social. Esta revolución no ha entendido de sexo, edad o condición social y cultural. Esta auténtica experiencia digital es lo que yo llamo “Magia Nintendo” y es lo que le ha hecho ganar el premio a pulso. Además, ser el creador de todo esto tiene que hacerle muy feliz y si no miradlo en su llegada a la capital asturiana:
Tras su llegada a Oviedo, y como es de imperiosa necesidad, se le preparó un acto de homenaje en el teatro Jovellanos de Gijón el cual se lleno de jugadores y fans de muchos lugares. Un acto súper divertido e ilustrativo en el que, tras el recibimiento de Mario y Luigi y las canciones características de las sagas más relevantes tocadas con una gaita, un montón de ponentes explicaron su punto de vista y experiencias relacionadas con las nuevas tecnologías y los videojuegos. El acto culminó con una entrevista llena de humor en la que al propio Shigeru le propusieron hacer un juego para salir de la crisis en España y un dibujo en directo que todos pudimos llegar a ver.
Como todos los años la aventura de los premios culmina con la entrega del mismo. Desde el precioso teatro Campoamor de Oviedo, cual castillo de la Princesa Peach, Shigeru fue elogiado como podréis ver en el siguiente emotivo video:
Lo de todos estos días terminó y mi sensación de felicidad tras esos ya mencionados años de esfuerzo para que le dieran el premio apoyando desde diversas páginas web había dado sus frutos y yo estaba contento por ello. Sin embargo, una sorpresa más deparaba mi futuro. Al día siguiente, mi pareja y yo aburridos en casa, decidimos ir a dar una vuelta por Oviedo, pasamos por delante de ese teatro que había acogido al grande de los grandes y una gran sonrisa se dibujó de nuevo en mi cara al recordar momentos tan emotivos como especiales para mí. Seguimos caminando y decidimos parar en una tienda de ropa, compramos un par de cosas y decidimos volver para atrás cuando empiezo a oír un pequeño revuelo en la entrada del Campoamor. Mi pulso se elevó, empecé a sudar como nunca, mis manos temblaban, le di mi iPhone a mi pareja, saqué mis llaves del bolso (las cuales tienen un champiñón-abeja precioso) y dije: “Miyamoto-san please!” El se giró, vio mis llaves sonando al aire con ese llavero de fan y… bueno el resultado fue una de las peores fotos que tengo en mi vida pero… ¡¡¡Me tocó!!! ¡¡¡Una foto con ÉL!!!
A día de hoy aún recuerdo ese genial día que Nintendo ha resumido en este precioso video: