Nintendo pierde el juicio sobre la patente del 3D sin gafas
El espionaje al estilo James Bond ya no está de moda. Ahora lo que se lleva es el espionaje empresarial, no hay más que ver lo mainstream que se han hecho las noticias sobre robos de patentes y plagios entre las empresas más importantes y boyantes de los distintos sectores del mundo empresarial.
Hasta ahora estábamos acostumbrados a leer día sí y día también, noticias sobre pleitos y querellas entre Apple y Samsung. Sin embargo, esta vez ha sido Nintendo la que ha dado la nota más dolorosa para su bolsillo. Y es que la compañía de Kyoto ha tenido que desembolsar 30.2 millones de dolares americanos sentenciados por el magistrado en su juicio contra Seijiro Tomita, quien le habia denunciado en 2011 por haber usado su patente sobre la tecnología 3D sin gafas que utiliza Nintendo 3DS formalizada en 2008 ante la oficina de patentes tanto estadounidense como japonesa.
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El principal argumento de Tomita, quien había trabajado para Sony durante 30 años, fue que se había puesto en contacto con Nintendo en el año 2003 para hablar sobre esta innovadora tecnología. Ante esta declaración Nintendo se defiende afirmando que Tomita fue tan solo uno de los muchos proveedores con los que contactó al mismo tiempo, incluido un encuentro con Sharp en 2002, quien es el proveedor actual de la pantalla de Nintendo 3DS y que la tecnología que ahora vemos en la portátil elude los puntos clave del demandante.
Ante este orden de acontecimientos y basándose en las pruebas aportadas por ambas partes en el juzgado nº11-4256 del distrito sur de Nueva York. El juez decidió dictar sentencia favorable a favor de Tomita Technologies USA LLC y Tomita Technologies International Inc v. Empresas del creativo japones con alrededor de 70 patentes como inventor o co-inventor tras sus espaldas. Así pues, la cantidad estimada citada por el abogado del demandante correspondía a 9.80 dólares por cada 3DS vendida, unas cifras un tanto elevadas que el juez ha parecido no tomar al pie de la letra y que sumado a los pluses por daños y perjuicios han formando la apetecible cantidad de una treintena de millones de dólares..
No cabe duda de que 30.2 millones, sin ser calderilla precisamente, tampoco supone una perdida decisiva para Nintendo. Esperemos al menos que les sirva como una dura lección de ética empresarial.