[Avance] Paper Mario: Sticker Star
Es por todos conocida la capacidad de Nintendo de crear juegos de Mario que generen millones. Da igual el género o el estilo de los mismos, los juegos de la compañía de Kioto que tienen como protagonista a su carismático fontanero son sinónimo de éxito y en la mayoría de sus entregas, de calidad. Lo que pocos suponíamos, aun tras la aparición de Mario RPG, es que Iwata y compañía se atreviesen a sacar un producto como Paper Mario. Ya no sólo por el género, que como ya digo no era originial, el estilo artístico era una innovación que podía no haber gustado a todos.
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Así, hace once años, nacía en Nintendo 64 la primera entrega de la saga que nos presentaba por primera vez al bigotón en forma de teatro de papiroflexia. Sí, a los que no lo conocieseis de antes probablemente os habrá sorprendido tanto como a mí cuando lo vi por primera vez, pero así es. El reino champiñón se convertía en el escenario de una representación teatral sobre el cual se movían habitantes hechos de papel y absolutamente planos. Lo cual, como es obvio, se traducía en su forma de interactuar con el entorno. Cuando Mario caía lo hacía de la forma suave que caracteriza a las hojas de papel, por ejemplo. Toda una sorpresa para los jugadores.
Pero no se quedaba ahí la cosa. Además el juego nos ofrecía una historia desenfadada pero profunda, en la cual Mario (tras ir a visitar a Peach a la fiesta que esta daba en su castillo) descubría que Bowser había logrado la invencibilidad mediante el poder robado de la varita de las estrellas, un objeto milenario custodiado en el cielo por siete grandes estrellas que fueron engañadas y derrotadas por Bowser. Tras elevar el castillo de Peach hasta el universo Bowser derrota a Mario y le tira por la ventana, pero las estrellas le salvan de una muerte segura para que éste las encuentre y rescate de las mazmorras en las que le malvado rey Koopa las había encerrado (al más puro estilo templo del Zelda, y con un diseño de niveles y puzzles más que notable), para más tarde intentar recuperar la varita.
Recapitulando: tenemos un sistema artístico innovador, una historia absorbente y un sistema de juego que tanto en su faceta RPG como en su faceta de exploración y puzzles (y plataformas, en algunos casos) cumple de forma sobrada. Había nacido una nueva saga para el simpático fontanero, y a gusto de un servidor una de las mejores. Por esa razón, y tras jugar a la secuela GameCube y al reboot plataformero de Wii, el anuncio en el E3 de que 3DS iba a tener una secuela clásica me hizo volver a recordar las partidas de antaño. No sólo eso, me descargué el juego para el emulador (con mucha pena por no poder conectar mi 64 por falta de espacio) y volví a recordar la grandeza del juego. Pero… ¿Qué esperar de esta entrega? Antes de nada, conviene abrir boca con el trailer oficial del juego:
Ahora bien, un trailer no nos dice lo suficiente y mis dudas se resolvieron más o menos durante el Nintendo Software Showcase del presente E3, que en parte arregló el desaguisado que prepararon con la conferencia. En él se presentó no sólo la fecha de salida del juego (Navidades del presente año) si no que además se enseñó un extenso gameplay en el que un simpático Nintendero nos explicaba lo importante del juego.
Empiezo con lo malo: ni rastro de ayudantes. Una de las cosas que hacía grandes tanto al primer juego como al segundo eran sus ayudantes, que conseguías para cada templo como si de armas del Zelda se tratasen, y que como las mismas tenían ciertas habilidades para la parte de exploración que permitían avanzar en la trama.
Pero en la parte presumiblemente buena tenemos el añadido sobre el cual girará tanto la jugabilidad como la trama: las pegatinas. El juego se basa en una historia simple, como es de esperar, pero que para introducir las pegatinas es perfecta: Bowser ha colocado seis “pegatinas reales” en puntos diversos del reino Champiñón y Mario deberá encontrarlas y recolectarlas venciendo a los jefes que Bowser ha colocado para defenderlas (tras superar, suponemos, el templo correspondiente).
Luego, dentro del juego, las pegatinas tendrán diversas funciones. En combate, las que vayas recolectando servirán para realizar los distintos ataques (en el típico combate por turnos que caracterizó a la saga desde su primera entrega). Así, las botas realizarán diversos tipos de ataques de salto y los martillos harán lo propio con esa arma. Luego, al igual que los items de los primeros juegos, habrá pegatinas de setas (que te darán vida) o de flores de fuego (que transformarán a Mario tal cual lo hacen en los plataformas para que pueda tirar fuego por las manos). Estas pegatinas podrán encontrarse por el mundo o podrán comprarse en tiendas, y al parecer se podrán incluso mezclar o dibujar para fabricar otras nuevas. Seguro, pese a que no se ha dicho, que esto tiene algún tipo de funcionalidad streetpass.
Luego está el tema de las pegatinas para interactuar con el mundo en las partes de exploración o puzzles. En la demo presentada en el E3 se puede ver como Mario pega una pegatina de ventilador en un escenario y como el cual cambia el mismo con su viento, o como Mario pone en varias ocasiones el mundo en 2D para pegar sobre él pegatinas que tienen diversos efectos (añade un puente al escenario o planta unas flores de fuego para un Toad).
Ya queda menos para que tengamos en nuestras consolas Paper Mario: Sticker Star y, sea como sea, seguro que es una entrega de calidad que sumará calidad a nuestras estanterías. Mientras tanto disfrutad de estas capturas tomadas de la software showcase de Nintendo 3DS durante el E3.