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[Avance] Assassin’s Creed III

Gracias a Wii U y a su capacidad gráfica Nintendo, por fin, está empezando a recibir los juegos multi que tanto ansiábamos los usuarios de Wii. Uno de ellos, y quizá el exponente más importante, es Assassin’s Creed III. Por primera vez en muchísimo tiempo la gran N recibe un juego al mismo tiempo que sus competidoras y en igualdad de condiciones, si no un poco superior. Un hito que esperamos, por nuestro bien, que continúe siendo pan de cada día durante bastante tiempo.

Pero… ¿Qué podemos esperar de esta nueva entrega? Lo primero, como siempre, es poner a la gente en precedentes. Assassins Creed nos pone en la piel de Desmod, un chico normal que un día es secuestrado por la gran Abstergo y obligado a probar una máquina que es capaz de buscar en tu ADN los recuerdos de tus antepasados y te pone en su piel para buscar en su memoria. Así Desmond, un camarero normal, descubre que es descendiente de una línea de asesinos que pertenecen a una organización secreta encargada de luchar contra los templarios protegiendo al mundo de los mismos y vigilando una serie de objetos milenarios sólo rastreables en los archivos templarios y con pistas de la biblia.

Esta historia de peleas entre organizaciones secretas (Abstergo, la empresa farmacéutica, resulta ser al final una tapadera templaria para buscar el fruto del Edén y Lucy, la ayudante de quien te está obligando a usar la máquina, una asesina infiltrada para rescatarte) en principio puede parecer algo manida o incluso absurda para quien odie la conspiranoia, pero de ella resulta una fórmula que según avanzas en la trama se vuelve cada vez más y más profunda, involucrando personajes históricos, retoques de cuadros (famosos y no tanto, a los que os guste el arte os habrá parecido una delicia ver en el segundo juego el fruto en algunas obras)… ese tipo de cosas.

Así que, al final, la trama ha acabado llegando a la América revolucionaria. En esta tercera entrega de la linea numerada encarnaremos a Connor, un asesino de ascendencia británica (su padre) y Mohawk (su madre) que se ve obligado a tomar parte en la revolución de Estados Unidos contra la patria de su progenitor. A mucha gente esto le ha parecido mal. “Ubisoft ha hecho que una de las pocas sagas que no lo eran se convirtiese en una americanada absurda”, he llegado a oír. Bueno, eso no es del todo así. Todo el que haya investigado un poco los juegos anteriores y haya intentado sacar los secretos sabrá que esta época es de gran movimiento en cuanto al fruto del Edén se refiere y era una parada esperada en el viaje a otras partes de la historia como la revolución francesa.

 

 

Aun así, y pese a lo que pudiese parecer, el continuismo se acaba aquí. Ubisoft se ha quedado con la copla que cantaban los fans y tras la trilogía de Ezio ha decidido hacer un lavado de cara a una mecánica que, si bien era muy buena, empezaba a estar un poco quemada. Las grandes ciudades, por ejemplo, pasan a un plano más secundario en pos de los espacios abiertos. Tú, Connor, estás envuelto en medio de la revolución y como tal te pasarás la mayor parte del tiempo en los campos de batalla y los campamentos de soldados. Sería absurdo que, como en otros juegos de la saga, la ciudad ganase en importancia al espacio abierto.

En este aspecto el juego mejora sustancialmente. Durante la demo (que podrás ver a continuación) presentada por los de Ubi en el presente E3 pudimos ver que la cosa no se para en ofrecernos una llanura por la que correr, como en el Assassin’s uno o alguna ciudad del dos. En esta entrega tendremos distintos tipos de terrenos por los que caminar, como la nieve que cubrirá el terreno en invierno y que nos refrenará o los campos de trigo en los que nos podremos esconder. Tendremos también árboles a los que escalar (y que agilizarán bastante los trayectos en entornos más duros) y un entorno mucho más vivo.

Esto es visible sólo caminando un poco. Lo que antes eran páramos poco transitados ahora es un entorno vivo y cambiante. Poniendo como referencia la demo de nuevo podéis ver como prácticamente en ningún momento el asesino está completamente solo. Soldados amigos avanzando entre la nieve, patrullas enemigas, campamentos, carruajes, fuertes o incluso animales. Sí, animales, otro de los grandes añadidos de este juego. Tanto para dar vida a las ciudades como para aumentar la interactividad con el entorno los chicos de Montreal nos traen tanto seres más domésticos (cerdos) como otros más salvajes, como ciervos u osos. Refiriéndome a la demo una vez más podemos ver como una de las misiones secundarias será perseguir y cazar un ciervo para darle comida al carnicero de un campamento.

 

Los combates, otro de los mayores motivos de queja para los fans, han cambiado también. A diferencia de los estáticos combates 1 vs 1 contra enemigos con diferencias mínimas a los que nos enfrentábamos en entregas anteriores ahora los enemigos se ayudarán (si agarras a uno podrá venir otro a atacarte, provocando que puedas hacer combos con más de un enemigo) y la variedad será grande. Esto es así no sólo porque los enemigos humanos tengan distintas habilidades, sino porque además ahora podremos enfrentarnos a animales.

En el bosque no sólo tendremos que tener cuidado de las patrullas enemigas que peinen la zona. Manadas de lobos podrán atacarnos, creando un tipo de combate muy particular y diferente al humano. Así, como si de una manada de verdad se tratase, correrán a tu alrededor mientras por turnos (primero el macho alfa, luego el resto) saltan sobre ti rompiendo la formación. Es un añadido interesante, sin duda, pero por lo que hemos podido ver quizá peque un poco de los problemas de gameplay que lleva arrastrando toda nueva innovación en esta saga: un simplismo notable. El combate contra lobos de la demo se podía solventar sin demasiados problemas y en bastante poco tiempo.