[Análisis] Epic Mickey
Que una empresa de renombre como Disney tenga el liderazgo en el mercado cinematográfico no es de extrañar. Multitud de personajes han reportado sumas millonarias a la compañía, pero pocas se acercan siquiera a la estrella insigne del dibujo animado: Mickey Mouse.
Cortometrajes, series de animación, diverso merchandising… su figura parecía ser capaz de expandirse por las diferentes formas de ocio, y así llegó al mundo de los videojuegos.
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Pero, ¿cuál ha sido la evolución lógica de estos hasta nuestros días?
Su intrusión en este campo llegó por medio de la desarrolladora Hudson y la poderosa Capcom, que elaboraron el primer título del popular ratón, Mickey Mousecapade. Elaborado en 1987, este primer título fue exclusivo para la sobremesa de Nintendo en la época, la NES.
Su argumento consistía en superar una serie de fases para rescatar a Alicia, del País de las Maravillas. Algo atípico para un primer contacto del personaje con los videojuegos, aunque una táctica habitual dentro de la compañía Disney. Sin embargo, parte del éxito de este primer juego se debió a su dificultad, clave para el propósito que tenían entre manos: demostrar que Mickey Mouse no sólo llega al público infantil, sino a todo tipo de jugadores.
Siguiendo la estela de esta primera parte, nacieron Castle of Illusion para Megadrive en 1990 y posteriormente Land of Illusion en 1992 para Master System. Dos notables títulos que continuaron con la mecánica jugable que ya cultivó el primer título y que se acrecentó con ambos títulos posteriores. Sin embargo, la auténtica revolución llegaría con el segundo, Land of Illusion, el cual marcaría el paso del ratón por los videojuegos y que con el paso del tiempo se ha convertido en un clásico de la consola 8bits de SEGA. Un puesto que ganó a pulso gracias a su trabajada paleta de colores y el profundo diseño de niveles.
Tras la aparición del personaje en las consolas de SEGA, su éxito le abrió las puertas a diferentes plataformas, en las que protagonizó diferentes títulos que mantenían la tónica dominante en sus predecesores.
Sin embargo, no fue hasta 1994 cuando alcanzaría su mayor éxito, Mickey Manía. Un particular homenaje por parte de la factoría Disney a la figura de Mickey Mouse y una clara evolución a lo visto anteriormente. Un importante paso en su trayectoria que marcaría el posterior declive que lo ha caracterizado en los últimos años.
Hace dieciséis años desde que dicho título se lanzó al mercado, y es que ha sido preocupante el bajón de calidad que ha sufrido en las entregas siguientes. Un bajón de calidad que no sólo ha supuesto una mancha en el historial de la compañía, sino que ha ido acabando con todos los objetivos que consiguió a base de esfuerzo. Volvía a aparecer una imagen plana e insulsa de Mickey Mouse, un insulto a todos los amantes de los anteriores títulos y al público general.
La llamada de Warren Spector (mente creativa de títulos sobresalientes como Deus Ex) a todo ese público olvidado y fiel a la antigua imagen del personaje fue una señal de alerta y una particular fuente de esperanza. Un primer desarrollo para PS3/360 hacían entrever el nuevo rumbo que tomaba la hasta entonces dañada figura de Mickey Mouse en los videojuegos, desarrollo posteriormente cancelado y retomado para Wii, el inicio del título que tenemos en nuestras manos: Epic Mickey.
Y es que la historia se repite, al igual que con el primer título del ratón, esta última entrega se estrena en esta nueva generación a través de la consola de Nintendo, Wii. Un hecho que -intencionado o no- deja entrever el énfasis que han querido dar a este Epic Mickey para que suponga un auténtico reseteo respecto a lo visto en los últimos años.
¿Consigue este Epic Mickey convertise en una aventura «épica«? Sigue leyendo para descubrirlo.
HISTORIA
Como personaje icónico de dibujos animados, son conocidas por todos las aventuras de Mickey Mouse. Es por esto que Epic Mickey pretende convertirse en un interesante homenaje a su carrera y conocer los entresijos de esta.
Para ello, nos situamos en el contexto de la aventura, cuyo inicio recuerda al de otros títulos que protagonizó en el pasado. Nos encontraremos a un Mickey Mouse que por el diseño recuerda a sus primeros cortometrajes, que tras despertarse una mañana observa asombrado su espejo del cuarto. A través de éste se introduce en el estudio del brujo Yen Sid, quién se encuentra creando un parque temático dedicado a los personajes olvidados de Disney. Un tropiezo por parte de Mickey hace volcar pintura en la obra creada por el brujo, la cuál absorbe al ratón a ese misterioso mundo.
Así nos introducimos en la aventura, en la que descubriremos la importancia de personajes como Oswald, el conejo de la suerte o la aparición de otros pertenecientes a diferentes películas o franquicias, algo propio de la factoría Disney.
A pesar de gozar con un argumento notable -siempre es un placer conocer de primera mano curiosidades sobre los inicios de Disney, algunos giros de guión se tornan predecibles y poco trabajados, contrastando con otros momentos grandiosos propios del mundo audiovisual, produciendo un carrusel de sensaciones muy dispares para quien lo juega.
Por suerte, en la experiencia del jugador quedan las sensaciones causadas por estos últimos momentos descritos, que superan con creces a aquellos predecibles que caen en la monotonía.
JUGABILIDAD
En un título con estas marcadas características plataformeras, la jugabilidad es algo clave en la experiencia de juego. En este sentido, Epic Mickey aprovecha sabiamente las cualidades que ofrece el mando de Wii y oculta aquellos inevitables errores de manera sencilla y natural.
A través de los primeros compases del juego, asistiremos a una introducción de la aventura con un claro trasfondo didáctico, como si de un tutorial se tratara. Aprenderemos a usar el pincel y el diluyente con el sensor de movimiento y a saltar con el botón A del mando. Una mecánica simple que a medida que avanza el juego se vuelve profunda gracias a las nuevas habilidades que aprendemos y a las diferentes fases que superaremos, las cuales requerirán de todas estas habilidades adquiridas.
Pero no nos engañemos, Epic Mickey no ofrece una mecánica innovadora pero tampoco la necesita. Su buen diseño de niveles, repartidos en escenarios 3D y 2D, estos últimos con un buen apartado artístico pero completamente simplones, completan un apartado que deja un sabor amargo, quizás mejorable dentro del marco notable que aporta.
Sin embargo, mucho se esperaba del título. Las sonadas declaraciones de Spector afirmaban que deberíamos elegir nuestras propias decisiones en el juego y que estas afectarían a la experiencia.
Algo que se ha quedado a medio camino, con escasas decisiones en la que se nos limita a elegir siempre entre dos objetivos, al más puro estilo «o salvo la vida a éste, o consigo un cofre y lo dejo morir». Ni siquiera cuando elijamos una opción notaremos grandes consecuencias, solamente observaremos cambios sencillos y predecibles, nada acertados en relación a lo que se podría ofrecer. A pesar de esto, quedan reminiscencias de aquellas promesas sin cumplir que dejaba Spector, y es que dependiendo de si usamos pintura o diluyente en los escenarios, la música cambiará de alegre a triste, dependiendo del material usado.
Un apartado a medio gas que aunque mejora mediante avanzamos, no llega a ofrecer el culmen que podría haber tenido.
GRÁFICOS
Sin lugar a dudas la parte más cuidada del juego junto con el apartado sonoro. Desde la primera escena del juego se observa el cuidado a la hora de llevar a cabo las animaciones al juego, con un resultado propio del séptimo arte. Desde su especial apartado artístico, basado en la cultura steampunk, con una paleta de colores que opta por los tonos oscuros hasta las imágenes creadas por el propio motor del juego, el cual consigue exprimir el potencial de la consola y convertirse en uno de los mejores títulos a nivel técnico para Wii.
La variedad de elementos en pantalla y los cuidados escenarios junto a el diseño de personajes, deja entrever un apartado al que pocos títulos le plantarían cara. Poco se le exige a este apartado, aunque la calidad visual de algunos escenarios no cumplen con el conjunto, empañando el resultado.
Otro importante elemento a tener en cuenta es la cámara, la cuál se sitúa siempre detrás de nuestro roedor y que a través de la cruceta analógica y el botón C podremos manejar. Es cierto que a veces dificulta la visión en los escenarios, aunque son problemas menores que no ensucian siquiera la experiencia de juego.
Cuesta entender como esto ha sido objeto de críticas en los medios especializados, suponiendo una pequeña nimiedad frente al conjunto final.
SONIDO
Si hay un elemento importante dentro de una obra audiovisual siempre ha sido el apartado sonoro. Reflejar a través de melodías las sensaciones que vemos en pantalla no es una tarea fácil, pero en Epic Mickey asombra con qué facilidad se plasma en la aventura. Es quizás esto lo que ha valido a la obra una nominación a los premios Hollywood Music in Media, claro síntoma de que una buena BSO es crucial para el desarrollo.
https://www.youtube.com/watch?v=h2U3dQBjE8Q&feature=player_embedded
La gran variedad de melodías y el perfecto acople a cada momento, lo convierte en una de las mejores bandas sonoras -en términos videojueguiles- escuchada en años.
Sólo dar las gracias por esta maravilla musical que envuelve de magia este título, trabajos así magnifican el conjunto total de la obra.
En cuanto a voces, a parte de la introducción narrada en completo castellano, el resto de voces son de carácter inteligible, por lo que recurriremos a los subtítulos.
OTROS
A pesar de elementos jugables sin explotar, lo cierto es que la duración del título alcanza las 15 horas, permitiendo una alta rejugabilidad gracias a extras escondidos por los escenarios y elementos coleccionables de diversa índole. Esto sumado a una dificultad ajustada que en momentos puntuales sube en intensidad, desliga el título de la imagen infantiloide de la que suele hacer gala el roedor.
Sin embargo, se echa en falta algún modo de juego más, limitando la experiencia a la aventura incluso una vez superándola. Hubiera sido curioso ver un modo multijugador en el título.
CONCLUSIÓN
En resumen, Epic Mickey supone una vuelta a la época de los Castle of Illusiono Mickey Manía, con una mecánica distinta, que aporta elementos diferentes a lo visto normalmente en un juego de estas características. Un apartado audiovisual completa una experiencia notable, que no llega a más por culpa de fallos como un argumento con altibajos o la limitada repercusión de nuestras decisiones.
Aún así, Epic Mickey se alza como un imprescindible dentro del catálogo de Wii, ofreciendo una experiencia que pocas veces se ha visto para la consola de Nintendo. Un claro homenaje a los jugadores más nostálgicos y una buena lección de historia para los recién llegados.
HISTORIA: Un argumento con el que conoceremos los entresijos de Disney y sus personajes, una interesante propuesta que sufre de importante altibajos en la aventura. 7.5
JUGABILIDAD: Elaborado diseño de fases 3D, aunque las 2D se vuelven simplonas y aburridas, sumado a la limitada elección de decisiones y la nula repercusión de estas. 7.5
GRÁFICOS: Supone uno de los máximos exponentes dentro del catálogo de Wii. Su particular paleta de colores, basada en los tonos oscuros, pone de relieve un apartado artístico pocas veces empleado en estos juegos. 9.0
SONIDO: Una auténtica obra maestra como banda sonora deja este apartado con una sensación de perfección, superando el clímax con cada melodía. 10
OTROS: La duración de la aventura y su alta rejugabilidad son sus mejores bazas, aunque se echa en falta algún modo de juego más. 8.0