Nintendo estudia cómo vender contenidos
El subdirector general de Nintendo España, Rafael Martínez Moya, es el máximo responsable del día a día de la filial desde que su jefe, Luciano Pereña, fue ascendido en el seno del grupo para ocupar un cargo europeo. Le entrevisto con motivo de su nombramiento, y se supone que soy el primer medio en hacerlo. Pero se entrometen la actualidad y la reciente bajada de precio de la Wii, que acaparan buena parte del artículo. Entre eso y la falta de espacio, quedan fuera algunos comentarios bastante interesantes sobre el mercado patrio de los videojuegos, y que paso a recoger.
Lo más interesante de los descartes de esta conversación, que transcurrió entre las cajas que aún quedan por abrir tras la mudanza de despacho, es que Nintendo está estudiando cómo incorporar contenidos audiovisuales a la oferta de Wii, de manera similar a lo que ya hace Microsoft con la Xbox 360.
“Nintendo está en medio de un intenso debate, intentando comprender qué contenidos serían más importantes para el usuario y no al revés. Hablaremos de eso en un futuro cercano”, explica el directivo.
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Le pregunto largo y tendido sobre la situación de la piratería, especialmente en la Nintendo DS, un sistema que, precisamente por haber vendido 4,2 millones de consolas en España, vive la sorprendente llegada de la mamá pirata, un tipo de consumidor que ha encontrado sorprendentemente sencillo jugar con productos descargados de internet y al que le da totalmente lo mismo hacerlo.
“La percepción del mercado es la de que DS no vende nada por culpa de la piratería, pero en los ocho primeros meses del año ha sido la segunda consola que más software ha colocado en el mercado: 1,5 millones de unidades. El problema es que se trata de un 30% menos que en el mismo periodo del año anterior, a pesar de que el parque de consolas ha crecido en un millón. La piratería hace que se generen unas expectativas que no se cumplen”, subraya Martínez.
“Sin la piratería habríamos vendido el doble que el año anterior. Y hemos tenido que hacer el mismo esfuerzo de comunicación para vender menos”, denuncia el ejecutivo de la japonesa.
Cuando le pregunto por su opinión sobre las causas de la piratería, Martínez habla de una “situación gregaria”. “En Portugal apenas hay piratería de DS, suele haberla más de PSP, que allí es líder del mercado. Al final, la gente no piratea cosas en las que no tiene interés”, declara.
“La nueva DSi establecía protecciones adicionales, pero enseguida salieron al mercado nuevos accesorios para piratear que, además, tienen retrocompatibilidad con consolas anteriores”, lamenta. Y no parece haber fin. “Esto seguirá creciendo hasta que se produzca una defensa fuerte de la protección intelectual”, advierte. Como parte de este esfuerzo, la compañía se ha integrado en la patronal local del videojuego, aDeSe, tras muchos años alejada de la misma y haciendo la guerra por su cuenta.
“Hay quien dice que la piratería es una señal de que el público quiere otro canal, y comprar los juegos por internet, pero yo creo que la gente lo que quiere es, simplemente, no pagar”.
Otra cosa que me preguntaba desde hace tiempo es por qué parece que los desarrolladores externos no han estado a la altura de la consola y sólo la matriz de Nintendo ha creado grandes juegos. “El third party es una empresa que busca maximizar sus inversiones. Han esperado a ver la evolución del parque instalado. Ya empezamos a ver juegos interesantes para Wii a finales del año pasado y la situación seguirá mejorando”, asegura Martínez. “Hemos pagado un cierto peaje de transición frente a un histórico de desarrollo distinto”, reconoce.
Además, el responsable ve todavía mucho camino para la consola en los próximos años, con independencia de lo que tarde en llegar su sucesora. “Hemos penetrado mucho en el mercado del videojuego pero todavía poco en el total del mercado español. Incluso si la sucesora se retrasase un par de años no tendríamos problemas en seguir creciendo con la Wii. Sigue habiendo hueco”.
Otro tema que nos ocupó en la entrevista fue la situación que se ha vivido tras la gran decepción colectiva vivida por el mundo del videojuego en Navidad, con un gran exceso de oferta que no logró ser absorbida por el mercado. En el caso de otros distribuidores, tuvieron que vender stocks a precios reducidos, algo inédito en el mercado español. Esto generó una difícil situación, y es que estos juegos rebajados, muchos de gran calidad, competían con las últimas novedades. Un desbarajuste.
En todo caso, lo más interesante de la entrevista está en vuestro kiosco. Si os interesa, ya tardáis.