La Nintendo Wii transformó el living en una sala multijuegos
Estas son las vacaciones más divertidas de su vida. Cada mañana, apenas abre el ojo, a las nueve en punto, pega un salto de la cama y se instala en el living. Todavía en ayunas y descalzo le pide a su mamá que conecte la consola Nintendo Wii al televisor para practicar sus deportes favoritos. Así transcurren los días de Raúl y de sus hermanas desde que recibieron el premio de los Números de la Suerte de LA GACETA. Frente a la pantalla se pasan horas agitando los brazos y boxeando con un contrincante virtual, al que consiguen vencer cada vez en menos tiempo. Se turnan, se alientan unos a otros y disfrutan a lo grande, sin distinción de edades Raúl tiene sólo seis años y unos ojos enormes con largas pestañas, que expresan toda la alegría que siente al disfrutar de su nuevo juguete. El es quien mejor maneja la tecnología en su familia, dicen su madre, Victoria Santillán, y sus cuatro hermanas mayores. Su abuelo, Juan Ramón Santillán, más conocido como Matute, de 59 años, es un asiduo seguidor del entretenimiento Números de Oro de LA GACETA. Fue él quien ganó la Nintendo Wii. “Yo no pertenezco a la era de la computadora; no sé cómo utilizarla, por eso preferí regalársela a mis nietos”, se excusa el jubilado, padre de cuatro hijos y abuelo 11 veces. Con sólo apretar un botón, el pequeño living de la familia se transforma. De a ratos se convierte en un campo de golf, después en una cancha de tenis, luego se vuelve un local de bowling y también puede ser un estadio de béisbol. Los participantes experimentan la ilusión de jugar de manera real con otro personaje que se arma a gusto y paladar, con las características que cada uno le pone. Cada movimiento del jugador tiene su efecto dentro de la pantalla. “Es como si uno estuviera ahí”, grafica el pequeño Raúl, mientras mueve su brazo como atajara una pelota de tennis con una raqueta imaginaria. “¡Dale, enano! ¡Vamos!” lo animan sus hermanas: Melina, de 21 años; Andrea, de 17, Daniela, de 12 y Rocío, de 9. Raúl, el único varón, hace gala de sus virtudes para la pelota o la lucha. En la opción boxeo, da una seguidilla de trompadas a un personaje con bigotes hasta dejarlo knock-out. “¡Tres! ¡Dos! ¡Uno!” En la cuenta regresiva, el rostro del pequeño se va iluminando hasta que deja escapar el grito de “¡campeón!” La familia aplaude a más no poder.
Sin moverse de casa “Es muy divertido. Yo no sé jugar al tenis, pero con la Nintendo Wii puedo hacerlo”, cuenta Rocío. “Mi mejor amigo nos ayudó a armar la consola y ahora él viene a casa a jugar todos los días cuando sale del trabajo”, agrega divertida Melina. “Desde el miércoles, cuando trajeron el juego, no se lo apagó. Este premio vino en el mejor momento, porque adelantaron las vacaciones. Además, si hace frío o si llueve, no hay problema de que los chicos se queden en casa, ya que pueden hacer deportes aun dentro de estas cuatro paredes”, dice riendo Victoria. Raúl ya aprendió a boxear y a jugar al tenis. Su próxima meta es convertirse en un astro del bowling. La virtual es la única manera de que sus bracitos logren levantar las pesadas bolas del juego.
Un éxito mundial La Nintendo Wii es una consola de video de última tecnología fabricada en Japón. Su característica distintiva es el mando inalámbrico, el control remoto Wii, que no sólo hace que los juegos resulten fáciles sino que además los hace más divertidos que otros. Desde su lanzamiento, la consola ha recibido premios por la innovación de su mando y la popularidad que ha ganado rápidamente. También ha recibido premios por el gran número de ventas obtenido. El lanzamiento de la Wii fue un éxito a nivel mundial.
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La entrega Juan Ramón Santillán, quien se presentó con su nieta Anahí Pacheco, recibió el premio de manos de Fernando Marino, representante de New San S.A.