[Análisis] The World Ends With You
Quizá este análisis parezca extraño a estas alturas. Quizá parezca que está un poco fuera de lugar después de tanto tiempo… pero no lo está. The World Ends With You (TWEWY para abreviar) MERECE un análisis.
2008, la Tierra. Los RPGs invaden el mundo. Final Fantasy, Kingdom Hearts, Tales of, Dragon Quest… juegos de rol épico inundan y saturan el mercado. Los juegos gustan, sí, y encantan, pero siendo tan diversos, son todos tan parecidos… Pero entonces apareció el pequeño Subarashiki kono Sekai, It’s a Wonderful World. Bueno, de pequeño más bien nada. El juego traía miga en todas las webs de videojuegos desde hacía tiempo. Y desde luego no era para menos. Un juego que probablemente no merezca la Matrícula de Honor, pero sí un notable o sobresaliente.
Square-Enix se ha lucido con este juego.
Otros contenidos en esta categoría:
- -
Neku, sin saber cómo ni por qué, se despierta en mitad del cruce de Shibuya. Algo o alguien lo ha metido en un extraño juego en el que debe encontrar un compañero y sobrevivir… o ser borrado. El juego dura una semana, y cada misión tiene un tiempo preestablecido (en realidad no es todo contrarreloj, porque en realidad podemos tardar un mes en hacer una misión que te de 2 minutos… el tiempo es sólo simbólico). El planteamiento es simple, y la historia sin duda es adictiva. ¿Para qué necesitamos espadas, escudos y magia? Con los pins y sus psychs vamos bien. Aquí no hay bestias extrañas que invocar, ni enemigos de dimensiones… bueno, enemigos colosales sí que hay, y muy memorables. El combate contra Leo Cantus, o contra Tigris Cantus…
Esta nueva mecánica abre una nueva puerta en NintendoDS. Sin duda alguna, TWEWY es innovador hasta el extremo, pionero en el uso de la pantalla de DS de esa forma tan sublime. Cada pin tiene su mecánica: pulsar la pantalla, arrastrar, “acuchillar” (hacer líneas con el stylus, no penséis mal…)… incluso soplar en el micrófono o dibujar círculos. El control de las batallas de TWEWY es inigualable, implementando un control dual, una mano en la pantalla táctil, otra en la cruceta (o en el panel ABXY si eres zurdo) controlando al compañero, aunque si no nos gusta hacerlo podemos dejarlo en manos de la IA. El control en el mapa no se queda atrás, manejando de forma muy intuitiva hacia dónde queremos que Neku se dirija. Este sistema no es nada nuevo en los videojuegos, lo que no quita su comodidad.
Los sprites son igualmente una delicia para la vista. Da gusto encontrarse unos enemigos tan currados (mezcla entre animales y tatuajes… sí, tatuajes). Las secuencias de video (pseudo anime) son igualmente muy agradables, dándole fluidez a la trama. No son demasiadas, igual que no son escasas. Aparecen cuando tienen que aparecer. No obstante, siempre vienen bien ese tipo de características.
La banda sonora del juego es uno de los puntos más reseñables. Canciones J-pop y J-rock, e incluso un poco de hip-hop, nos amenizan el paso por Shibuya, y algunas melodías de combate son increíblemente pegadizas. Los jugadores de Kingdom Hearts… ¿recordáis Simple and Clean? Pues una canción por el estilo cierra también TWEWY: Lullaby for you. Después de ver el final del juego, es una canción que te llena por dentro.
El final. No, no voy a hablar del final, porque no tengo ganas de soltar ningún spoiler. Pero sin duda la trama no merece ser tomada por menos. A lo largo de las “tres semanas” que dura el juego, conoceremos a Shiki, Beat, Rhyme y Joshua, e iremos observando la evolución de Neku. Absolutamente introvertido, ególatra y vanidoso, tendrá que enfrentarse a sus miedos, a aquello que rechaza (el contacto humano) para sobrevivir. Un dilema a la altura de cualquier clásico literario. Además, incluye varios “minijuegos”. El primero es el Tin Pin, un juego divertido parecido a las clásicas “Chapas”, jugando con los pins que uses en las peleas. Descubrir los Secret Reports y los secretos de cada capítulo una vez has acabado el juego, pone a prueba tus habilidades con el juego, y completar la lista de “noises” es una tarea infernal, pero satisfactoria. Incluso los pequeños cerditos que aparecen ocasionalmente pondrán de los nervios al jugador más “hard”.
Pese a todo esto, TWEWY es un juego muy singular. No sólo sus características son únicas y sorprendentes. Es un juego que, si te gusta, te encanta. Si no te gusta… lo odiarás de por vida. Sin saber por qué, no hay nadie capaz de decir que es un juego “normalito”… o lo rechazan, o lo alaban. Juego +13, que por desgracia llegó a tierras españolas en poca cantidad y sin traducir del inglés, lo cual quita mucho al juego (en Internet existe la traducción de Rigle, increíblemente avanzada e incluso con las escenas principales dobladas al castellano).
Claramente, yo me encuentro entre los primeros, y por descontado lo recomiendo a todo aquel que quiera pasar una buena temporada no sólo acabando la historia, sino completándolo.
Una elección que merece la pena en todos los sentidos.