[Análisis] Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3
Ha llovido bastante desde que el famoso dibujante Akira Toriyama creó Dragon Ball (hacia 1984), uno de los manga más famosos de todos los tiempos, y para algunos el que más. Desde ese momento no sólo se estrenó su adaptación al anime, con las series Dragon Ball y Dragon Ball Z (y su continuación Dragon Ball GT), sino que proliferó toda suerte de películas, merchandising, y, como no poría ser de otra forma, videojuegos, que no abandonaron a las consolas desde sus primeros ejemplos para la NES.
Este no es un artículo sobre Dragon Ball y sus derivados, ni siquiera una retrovisión sobre los videojuegos de dicha serie. Por ello vamos a centrarnos en el tema que nos trae aquí, analizar Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3, uno de los mejores juegos de lucha de Wii, y una muestra de que casi 25 años después de que la serie viera la luz (2008), sigue tan vigente como entonces.
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Dragon Ball en estado puro
Puede parecer algo reiterativo, puesto que al fin y al cabo de trata de un juego de Dragon Ball, pero si por algo destaca este juego es su contundente éxito a la hora de hacer sentir en nuestras carnes toda la experiencia del universo Dragon Ball.
Ya desde la intro del juego podemos apreciar hasta qué punto pueden emular distintos elementos de la serie, en concreto a nivel visual (aunque están algo retocados con respecto al juego en sí). Esa sensación pronto se confirma y refuerza en cuanto empezamos el primer combate. Los personajes tienen un diseño extremadamente fiel al manga y anime, y muy cuidado. Los colores son vivos y los contornos están muy marcados, lo que le da una impronta muy dibujística, pero a la vez se mueven en amplios entornos tridimensionales. La síntesis entre dibujo y gráficos 3D es perfecta.
Eso también se puede aplicar a los escenarios, sacados directamente de la serie, donde aparecen las mismas tonalidades aparentemente sencillas, pero llenas de profundidad. El parecido con sus homólogos originales es casi perfecto, y son recreados en proporciones enormes, donde podremos hacer que nuestro personaje vuele a sus anchas y propine golpes que envíe por los aires al rival, y lanzarle de un lado a otro sin preocuparnos demasiado de que llegue al límite del escenario (aunque puede pasar). Además, los escenarios son altamente destructibles, lo que proporciona un grado de inmersión en el juego aún más elevado. Aunque, como no podría ser de otra forma, su calidad es menor que la que ostentan los personajes. El número de ellos es considerable, 30 en total, si bien algunos de ellos son los mimos, pero en diferentes momentos del día. Pero eso también permite mostrar cómo se adaptan a distintas condiciones.
Y no sólo se limita a los gráficos. Otros apartados como el sonido o la jugabilidad también consiguen revivir el universo Dragon Ball. En lo referente al sonido, las típicas bravuconadas que dicen los luchadores antes del combate (las voces pueden ser en inglés o japonés) se adaptan a la personalidad de cada personaje, y en determinados enfrentamientos reflejan la rivalidad o la complicidad de ciertos personajes, para revivir batallas emblemáticas de la serie, pero también se pueden simular otras verdaderamente inverosímiles (Goku del inicio de Dragon Ball Z contra el del final, por ejemplo). Además, los efectos sonoros, como el teletransporte o los ráfagas de energía, son prácticamente idénticos a los del anime, lo que, por supuesto, se aplica también a los efectos visuales, muy similares a éste, con la mejora añadida que puede proporcionar una consola.
Incluso en los pequeños detalles se ve esa esencia «dragolballera». En todos los menús estarán presentes personajes de la serie que explicarán los entresijos de cada uno de los modos. y más de una vez soltarán algún chascarrillo o mantendrán alguna conversación que arrancará más de una sonrisa en los fans, como conversaciones entre Goku y Krilin (u otros personajes) en el menú del modo historia, o las opiniones de Chi-Chi sobre éstos.
Un repertorio enorme de movimientos
Un elemento decisivo para lograr unas batallas frenéticas y trepidantes, y que capten toda la esencia de Dragon Ball está en la jugabilidad. Es tan esencial que merece un espacio aparte. Y en ésto también el resultado es más que satisfactorio, logrando una experiencia única.
En primer lugar, el plantel es excepcionalmente variado, con más de 160 personajes (incluyendo transformaciones y distintas versiones de un mismo personaje) que va desde los pesonajes principales hasta los más secundarios posible, como soldados rasos de Freezer o criaturas de Piccolo, entre otros. Cada uno tiene sus ataques especiales completamente individualizados, y de los que están bien surtidos, pudiendo hacer movimientos especiales de ráfagas de Ki, ataques demoledores cuerpo a cuerpo, o destructivos ataques finales.
El repertorio de combinaciones de distintos golpes es abrumador, hasta tal punto de que es posible tardar un tiempo en dominarlos todos (en caso de conseguirlo). Entran en juego la sucesión de muchos botones, y en el frenesí de la batalla es difícil acertar siempre. No obstante, los movimientos básicos no son muy difíciles de aprender, de forma que en seguida nos haremos con los rudimentos en lo referente a las distintas formas de ataque, bloqueo y evasión. Estos movimientos suelen ser comunes para muchos personajes, pero no todos podrán hacer las mismas combinaciones, ya que depende de la fuerza y habilidad del luchador con el que estemos jugando.
Realizar ataques en la sucesión correspondiente puede hacer estragos en el medidor de vida del rival. Dicho medidor está dividido en distintos bloques, por lo que las variables en el combate aumentan considerablemente. Por ejemplo, podemos elegir mermar su vida con ataques menos fuertes pero continuos mediante golpes frenéticos o lanzarle y perseguirles mediante teletrasporte o acometida dragón (el vuelo a la máxima velocidad); o bien rematarle con un ataque devastador cuando sólo que queda poco más de un bloque de vida (o antes). También es posible utilizar cierta técnica para reforzar atributos como el ataque o la defensa.
Para realizar ataques que requieran Ki, es necesario cargar la barra de energía correspondiente, y ahí es donde entraría en juego la estrategia, pues es recomendable elegir el mejor momento para hacerlo, como cuando el rival está momentáneamente fuera de combate, se encuentra lejos, o está también cargando su energía de combate. Esto es así para todos, salvo para los androides, que se recargan automáticamente. Existen dos medidores de Ki, uno naranja y otro azul, el cual es el estado superior que permitirá hacer los ataques más potentes. Conforme avanza la batalla, una pequeña abajo de la anterior aumentará las burbujas de Ki en cifras numéricas se se consumen al cargar al máximo, transformarse, etc.
Variados modos de juego
Otra característica importante de Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3 son sus variados modos de juego. Uno de los más llamativos es el modo Historia donde se reviven las principales batallas de absolutamente todas las etapas de la saga, desde el Dragon Ball original, pasando por todas las sagas de Dragon Ball Z , las de Dragon Ball GT, e incluso algunas de las películas. Dichas batallas son distintas al resto, con eventos que se irán desbloqueando si el devenir de las mismas es el correcto. A veces pueden cambiar el signo del combate, al hacer a un enemigo muy poderoso, con ataque y defensa extra, o viceversa (ser tu personaje el fortalecido) trasformarse, efectuar un ataque automático, o recargar energía para empezar desde cero, haciéndolo mucho más semejante al manga y anime. Más de un nostálgico sin duda agradecerá este modo de juego.
El modo Duelo tiene el aliciente de permitir combatir con amigos, por lo que los piques están garantizados. Puede que sea la opción que más se utilice, pues siempre puede desempolvarse el juego en las visitas. Puede jugarse uno contra uno o formando equipos de hasta cinco luchadores, que se suceden si cae el anterior o pulsando un determinado botón. Esas condiciones se aplican también si el combate es contra la CPU. Además, también hay opción de seleccionar CPU vs CPU, para mirar el combate. También hay opción de jugar por equipos con puntos de combate limitados.
Los combates multijugador también pueden tener lugar (o no) en los torneos de Gira por el Mundo Dragón, que tienen distintas reglas y escenarios según en cuál compitamos, como el Torneo Mundial, Gran Torneo Mundial, Juegos de Célula, Torneo del Más Allá y Juegos de Yamcha. en algunos ni siquiera hay ring (Gran Torneo Mundial), y es posible que en otros no podamos elegir personaje (Juegos de Yamcha).
El modo Batalla Definitiva consta de tres pruebas distintas, una de ellas secreta. En Sin Dragón habrá que enfrentarse a una serie de enemigos, teniendo en cuenta que trascurrirán diez días entre cada enfrentamiento, pudiendo mientras tanto entrenar y lograr bonificaciones especiales. Esto proporciona un grado mayor de complejidad y estrategia a los combates. Misión 100 es básicamente un modo desafío en el que deberemos luchar en determinados combates con las condiciones que indique la máquina (un sólo luchador contra dos, un equipo contra otro, etc.).
El modo online es la principal novedad de la versión de Wii de DBZ Budokai Tenkaichi 3, pero deja una sensación agridulce. Por un lado tiene muchas opciones, como Batalla Personalizada (jugar con personajes personalizados), Batalla Normal, o de Clasifiación, así como jugar contra amigos mediante códigos. Pero las batallas sufren constantes ralentizaciones, que en ocasiones llegan a ser desesperantes, por lo que la sensación de estar ante combates trepidantes y fluidos se pierde. Otro ejemplo más de la mediocridad del servicio online de wii.
Por último están los modos no jugables, o por lo menos, no competitivos, como es el caso del modo Entrenamiento, donde practicaremos y aprenderemos todas las tácticas de lucha según los niveles de dificultad; Referencias de Personajes, donde está toda la información acerca de los mismos en lo referente a la serie; la Evolución Z, donde personalizaremos a nuestro personaje canjeando ítems con puntos Z para hacerlo prácticamente invencible; y el centro de datos, donde destaca la posibilidad de ver nuestros combates que hayamos guardado.
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Lo mejor:
+ Unos gráficos prácticamente impecables, que combinan entornos y efectos 3D con una perfecta emulación de la estética anime.
+ Combates trepidantes y fluidos, con una libertad de movimientos pocas veces vista. Incentiva tanto los combates en solitario como los piques del multijugador.
+Su enorme plantel. No están todos los personajes de la serie, pero casi.
Lo peor:
– Las batallas online se hace desesperadamente lentas.
– Su extremada variedad de ataques, con combinaciones de múltiples botones, direcciones de stick, etc. puede hacerlo demasiado complejo.
– La banda sonora es bastante mejorable.
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JUGABILIDAD: 8,5
La idea de buena jugabilidad no es una ciencia exacta. En mi opinión, una buena jugabilidad debe mantener un equilibrio entre profundidad en el control y a la vez ser ser lo más accesible posible para el conjunto de los jugadores. En ese sentido, la del presente juego posee una gama enorme de movimientos, fluidez y libertad pocas veces vista, pero pude ser en ocasiones complejo y enrevesado. Los más experimentados en las anteriores versiones preferirán el mando clásico o el de GameCube, y los que lo están menos el Wii Mote+Nunchuck, que lo simplifica algo al sustituir los botones por movimiento, pero aún así hay sucesiones kilométricas de botones en ciertos ataques. No es excesivamente difícil de manejar, pero sí lograr un control avanzado del mismo.
GRÁFICOS: 9,5
Puede que a algunos no les parezca bien que se lleve una nota similar a la de otros juegos que persiguen una estética mucho más realista, pero los gráficos de Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3 cumplen a la perfección lo que se proponen, y son de lo mejor que se puede encontrar en un juego de estas características, con una estética al más puro estilo del anime que se combina de forma excelente con los entornos y la movilidad 3D gracias al uso de colores vivos, contornos marcados, efectos llamativos, y un tratamiento muy cuidado en general. Los personajes pueden dar perfectamente el pego con los originales, al igual que los escenarios (con menor calidad, eso sí, pero muy amplios y destructibles), y unos ataques especiales representados de una forma muy fieles al anime, y que han sido bien recreados dentro de las posibilidades técnicas de Wii. En el modo historia las animaciones de las «cinemáticas» son muy pobres, y no recrean gestos y movimientos de escenas míticas de la serie como ocurre en algunos juegos de otras plataformas. En caso de haberlo logrado, este apartado rozaría la perfección.
SONIDO: 7
El apartado sonoro tiene una gran virtud y un gran defecto. En lo primero, una gran variedad de efectos sonoros que reproducen con alta fidelidad los del anime. En lo segundo, unas melodas que , aunque son movidas y cumplen lo básico en su función de acompañamiento de las dinámicas luchas, por lo general son bastante mediocres, repetitivas, y algunas de ellas hasta se parecen entre sí. Después de unas cuantas partidas terminan cansando. Pero una música distinta hubiera ayudado a mejorar la experiencia de juego, y si hubiera sido la banda sonora original de la serie, los tintes nostálgicos no habrían tenido precio, aunque quizás sea pedir demasiado. Las voces pueden seleccionarse en japonés o en inglés (al parecer, muy criticado por los fans).
DIVERSIÓN: 9
Los combates son muy adictivos, al igual que todos los modos de juego antes descritos, como el torneo, los desafíos, o revivir las batallas más emblemáticas en el modo historia (aunque no hubiera venido mal alguna batalla más), así como la posibilidad de desbloquear ciertos contenidos, o el mero hecho de poder combatir con la mayor parte de los personajes del universo Dragon Ball. Pero lo mejor sin duda son los piques contra los amigos, que suponen momentos de diversión garantizados. Únicamente esta diversión puede ser enturbiada por su anquilosado juego online y una jugabilidad, que si bien es muy completa y constituye uno de los grandes alicientes, a algunos puede resultarles algo complicada.
DURACIÓN: 9,5
El extenso plantel, superar el modo historia en distintos niveles, los modos de juego, opciones desbloqueables, y el resto de elementos enumerados anteriormente en el apartado de diversión hará que la experiencia de juego sea muy larga y adictiva, pero puede caer en desuso si se agotan los alicientes. Siempre quedarán las típicas partidas multijugador esporádicas en alguna que otra visita, que es lo que les da a este tipo de juegos una vigencia más prolongada que a otros.
TOTAL: 8,7
Dragon Ball Z 3: Budokai Tenkaichi 3 ofrece todo aquello que los amantes del los juegos de Dragon Ball y de los de lucha en general: un amplio repertorio de personajes, de golpes y combos mortales, una estética idéntica al anime, y una amplia gama de modos de juego. Se trata de uno de los juegos de lucha por excelencia dentro del catálogo de Wii, con una jugabilidad muy por encima de los de otros inspirados en animes, y unos gráficos espectaculares. En definitiva, un título apto para jugadores más experimentados en este género. Una lástima que una de las principales novedades que aporta el juego, el online, se vea ensombrecida por su baja calidad, y que la banda sonora no acompañe cuando debería hacerlo.